Capitulo 36

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  Después de haber tenido sexo varias veces, y haberle hecho el masaje al mayor. Jimin le pidió que lo llevase a su casa. Necesitaba tomar una larga ducha, cambiarse de ropa y arreglarse el cabello.

La motocicleta se estacionó frente a la casa y Haesun estaba fumando afuera. Cuando los vio se acercó inmediatamente y trató de bajar al rubio por el brazo. Jungkook se interpuso y lo alejó — No le ponga un dedo encima — advirtió.

— Es mi hijo y lleva desaparecido desde ayer... Su madre ha estado preocupada y yo también.

— No eres mi maldito padre — respondió el menor.

— Le diré que estabas con este tipo.

Jungkook sonrió y crujió su cuello — Si quiere la llama y hacemos una linda reunión familiar. Jimin y yo estamos juntos y pienso dar la cara por eso. Les guste, o no, lo acepten o no.

— Vas a tener un castigo peor — le dijo al más bajo y este sujetó con fuerza la mano del pelinegro, buscando fuerza.

— ¿Qué opinaría mamá de lo que me hacías cuando era un niño? — nunca había usado ese chantaje, pero ya estaba harto de él.

Abrió los ojos como platos y miró hacia la puerta de entrada — Y-yo no te hice nada nunca.

— Oh, sí. Me tocabas cuando ella se iba, ¿quieres que se lo cuente?

Jungkook apretó la mandíbula con ganas de matarlo ahí mismo — Hubiese querido llevarme bien con la familia de Jimin pero es que usted es una persona repugnante...

— Cállate — se veía aterrado.

— Subiré a mi cuarto y me daré una ducha, Jungkook se irá a su casa y vendrá por mí para ir a clases en el día. Tú te encargarás de tranquilizar a mi madre y de no dejar que ella me castigue ni me impida estar con él — volteó el rostro y le dió un beso fogoso al más alto — te quiero, bebé. Descansa.

— Te quiero más — le devolvió el beso y caminó hacia su moto para ponerse el casco mientras Jimin entraba a la casa. Haesun estaba pálido sin poder moverse ni reaccionar — haré lo posible para sacarlo rápidamente de aquí. No quiero que pase un minuto más a su lado — arrancó, dejando al mayor sin palabras. ¿Ahora qué haría?

   El camino a su casa fue bastante rápido, moría de sueño, tenía frío y necesitaba descansar. Abrió la puerta encontrando a su padre encima de su madre, buscando besarla. Ella trataba de alejarlo con sus manos y mantenía los ojos cerrados con fuerza.

Jungkook lanzó el casco a un lado y levantó a su progenitor por la camisa — ¿¡Qué crees que estás haciendo!? — gritó con odio y más aún por saber lo que ahora sabía.

— Es mi mujer, puedo venir a follarla cuando quiera.

Y es que el pelinegro estaba cegado, le soltó un golpe directo a la quijada y movió la mano en el aire para drenar el impacto — No tienes ningún derecho de tocarla y te dije que no te quería ver otra vez por aquí.

— Es mi casa y... No tengo a donde ir.

— Tienes más familias por ahí, más mujeres a las cuales haz embarazado. ¿O qué? ¿Ya no te reciben? ¿O déjame adivinar, entregaste a sus hijos como sacrificio?

Su semblante cambió — ¿De qué estás hablando?

Yuhan también preguntó — ¿Por qué dices eso?

— ¿Cómo se llamaba el hijo que entregaste para pagar tu fracaso en el juego?

Abrió los ojos a más no poder — Hijo, yo...

Se acercó amenazante — ¿Cómo se llamaba? ¿No te dolió que lo mataran?

— Jungkook — la mujer lo sostuvo del brazo — ¿Qué estás diciendo?

Chromatic Love - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora