A diferencia de lo esperado, Jungkook resultó ser bastante suave. Sabía que no podía castigar a Jimin en su casa porque, al ser esta tan pequeña, su madre se daría cuenta de lo que ocurría en su habitación.
Abrió los botones de la camisa del rubio y le besó el cuello, pasó su nariz olfateando su dulce aroma y dejando lamidas y succiones sobre su piel. El más bajo gemía muy bajito y le acariciaba el pelo. Bajó a sus pezones y los atrapó, dándose el tiempo de chuparlos y estrujarlos con paciencia y dedicación, brindándole un delicioso placer.
Su gran mano viajó por el vientre plano del más bajo, abriendo su pantalón y sacando su falo. Lo sostuvo en su puño, comenzando a masajear de forma lenta; sin soltar sus tetillas.
— Mmhg... Kook — lloriqueó.
— ¿Qué, bebé? — levantó la cabeza y lo besó.
— Estoy muy ansioso y al mismo tiempo tengo nervios por hacerlo aquí en tu cuarto por primera vez.
Soltó su falo y le sostuvo la cara, dándole un beso con mucha lengua y succión de labios — Nadie más ha estado aquí, además de ti.
Jimin asintió, sintiéndose mal porque era obvio que en su habitación sí había entrado alguien y ese alguien ambos sabían quien era. Pero Jungkook lo notó y le habló — No me importa...
— Quisiera haberte conocido en otras instancias — lo miró dejando cariñitos en su pelo.
— Si pasó así fue porque así debía pasar... Yo estaba solo y tú estabas con alguien que no te llenaba al cien.
— Tú sí lo haces — aseguró — contigo me siento completo. Es algo que no puedo explicar.
— Eso es suficiente para mí — lo volvió a besar. Procediendo a bajar y quitarle los pantalones y zapatos. Jimin se terminó de retirar la camisa y vió como Jungkook se despojaba de sus prendas frente a él.
Recostó la espalda en la cama y abrió las piernas, llevando su pequeña mano a la zona central de su deseo, haciendo círculos con los dedos y mordiendo su labio al ver cómo el mayor quedaba sin nada — no puedo creer que todo eso entre en mí...
— Y es todo tuyo — subió a la cama, quedando en el medio de sus muslos, llevó su pene a la entrada del rubio y lo fue metiendo — que caliente — dijo con voz baja.
— Mmhg — chilló sobre su boca, frunciendo el ceño — que rico...
— ¿Te gusta cuando lo tienes adentro?
— Mi interior está hecho para ti, para que estés ahí todo el jodido tiempo.
Jungkook lo embistió, sosteniendolo por la mandíbula — No quiero que ese idiota vuelva a buscarte más — otra embestida — no quiero que te subas a su maldita camioneta... — otra — desde el día en el que te entregaste a mí te volviste mío y te advertí que era posesivo... — lo clavó duro, dejandolo incrustado en lo último — te lo advertí y aún así lo quisiste — Jimin sonrió con total descaro y lascivia. Jungkook le propinó una cachetada y lo besó con rudeza — eres mío ahora.
— ¡Ah!, J-jungkook... Mmmg, quiero montarte — pidió con ojos cristalizados. Jeon le dió varias embestidas más, sacando su polla bañada en fluidos y se acostó, colocando una almohada debajo de su cabeza.
El rubio subió sobre él de inmediato y se clavó de lleno, moviendo únicamente sus nalgas de manera salvaje, restregándose y cayendo duro sobre su pene. Se mantenía equilibrado apretando sus duros pectorales — que bien te la metes tú solo... Siempre tan deseoso y caliente.
Jimin le sujetó la mandíbula, tal y como él lo había hecho anteriormente y lo besó, mordiendole los labios — Déjame ser tu puta personal. Cógeme siempre que quieras, lléname el culo de leche todos los días, en cualquier lugar, en cualquier momento...
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Chromatic Love - Kookmin
Hayran KurguLa muerte también puede unirte a personas a las que jamás esperas. La tentación y el pecado puede nublar tu juicio mientras intentas descifrar la verdad. Un incidente lleno de colores se puede tornar gris cuando la vida se despide. Y con ello, una s...