Capitulo 13

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   Colocó las manos del menor por encima de su cabeza y levantó la camiseta, dispuesto a morder y succionar sus pezones. Jimin se arqueaba desesperado. Sufriendo por las ganas que tenía de liberarse. Pero Jungkook no lo dejaba. Con una mano le sostenía las suyas por encima y con la otra le tapaba el orificio del pene. Teniéndolo abierto de piernas mientras restregaba su dura erección entre sus nalgas.

— ¿Serás obediente? — preguntó sobre su boca.

— S-sí... Seré muy bueno — lloriqueó.

— ¿Esto querías desde hace rato?, ¿ser mi pequeña puta? — soltó sus manos y le sostuvo la mandíbula, forzando a qué lo mirase.

— Eso quiero — sus ojos eran oscuros y pesados — ser tu jodida puta.

Jungkook le dió una bofetada — que mal vocabulario — lo besó duro. Al lado de la cubeta, había una caja de condones. El mayor lo alcanzó — saca uno — ordenó dándole la caja; bajando a chuparle la polla, los testículos y el culo. Todo como un animal hambriento.

Con manos temblorosas, Jimin hacía lo pedido. Palmeó su brazo sin poder hablar, a causa del ahogo y el desespero por correrse; para entregarle el condón ya abierto. Jeon lo tomó y lo deslizó por su extensión.

Aunque quisiera sentirlo a pelo, el rubio mantenía una relación con otro hombre y fuese lo que fuese, tenía que cuidarlo a él y a sí mismo.

Subió nuevamente a su boca y le levantó una pierna, enganchándola en su antebrazo. Guió la erección hasta su zona necesitada y empujó, haciendo presión.

— Maldito infierno — gimió echando la cabeza hacia atrás.

Jungkook le volvió a sujetar la mandíbula — ¿Qué son esas palabras? — preguntó a medida que se iba incrustando en su apretada y caliente cavidad. A pesar de tener el preservativo, podía sentir cada anillo asfixiando su polla — ¿Huh? — volvió a preguntar.

— Se siente delicioso — sollozó.

— ¿Qué es lo que se siente así?

— Tu pene... Tan grande... Tan, Mmhg... — gimió al sentir como golpeó su próstata — ¡Ah!

Jeon empujó únicamente su cadera, clavándolo más profundo — Me encanta como lloriqueas... Eres una pequeña putita ansiosa.

— Sí... — Jadeó — Por favor, follame más... Más duro.

— ¿Más duro qué...?

— Papi... Más duro.

— Eso — lo besó, comenzando las estocadas más duras y certeras. Haciendo que la carne del menor vibrara después de cada choque.

Le daba duro, sin compasión alguna — Que bonito — lo miró desde arriba mientras se clavaba en él — que bonito y que caliente eres.

— Kook — chilló.

— Kook nada... Tú querías esto. Querías que te cogiera y ahora lloras porque quieres terminar. No me parece justo.

— Dios...

— Puedes rezar todo lo que quieras, pero en este momento soy yo quien decido lo que pasa aquí y no quiero que te corras. No hasta que yo lo diga.

Si había algo que Jungkook amaba a la hora del sexo, era tener el control.

Si había algo que Jimin amaba a la hora del sexo era ser controlado.

Eran tal para cuál.

El pelinegro salió de su interior — Ponte en cuatro — ordenó. El más bajo estaba hecho una gelatina. Sus piernas y brazos temblaban. Hizo lo pedido, apenas. Dejando descansar su cabeza en la cama. Jungkook lo sujetó por la cadera, acomodando su camiseta hasta su cintura, dejando ver los hoyuelos adornados por un par de joyas plateadas y luego lo hizo empinar más el culo — así te vas a quedar, ¿entendido?

Chromatic Love - KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora