Capítulo 9
RománMierda, de verdad estaba sentado frente a Robert Jefferson. Era difícil de creer, si aún no había cumplido mi sueño, estaba cerca de ello, el simple hecho de hablar con este hombre era maravilloso.
Básicamente la reunión fue parecida a lo que me había contado mi novio que fue la suya, el hombre me informó que estaba interesado en mi trabajo y que le gustaba el dúo que hacía con Sanderson a la hora de desarrollar y ejecutar jugadas, así que le interesaba que ambos pasáramos el draft con éxito, para llevar ese dúo a su equipo.
La idea me parecía fantástica, porque Liam no solo era mi novio, era mi mejor amigo y sería genial poder vivir ese sueño con él. Si, sonaba algo hipócrita cuando hacía menos de una hora me estaba cuestionando si era suficiente para la oportunidad por el simple hecho de llegar tarde al entrenamiento, pero ni yo mismo me entendía, tenía una serie de sentimientos encontrados, que no sabía cómo filtrar.
Al salir de aquella oficina una sonrisa enorme estaba en mis labios, solo debía seguir haciéndolo como iba y las cosas se darían solas, debía confiar en mi potencial, aunque a veces me fuese dificil y los miedos me ganaran; era bueno, joder si que lo era, desde que entre al equipo de la universidad había logrado llevarlos durante tres años consecutivas a semifinales y este año tenía la intención de ganar la temporada y nada me detendría.
Caminé hacia el estacionamiento como si flotara entre nubes, me sentía ligero y mucho más tranquilo luego de esa pequeña reunión, de alguna manera un par de palabras habían logrado que recuperara la confianza en mí, a veces podía ser tan débil mentalmente. Al llegar a mi coche, Liam estaba allí, esperándome como el buen novio que era, a diferencia de mí, que lo traté horrible ante la noticia, pasaría demasiado tiempo antes de que pudiera perdonarme a mí mismo por esa reacción, pero sabía que él ya me había perdonado.
—¿Estaba en lo cierto, verdad? —me preguntó sonriendo mientras me abrazaba por la cintura.
—Si, lo estabas, he sido un tonto estos días con toda esta actitud de mierda, pero tenía miedo —hablé mientras lo acercaba a mi con cariño, necesitaba disculparme mil veces por no ser tan atento y considerado con él como lo era él conmigo.
—No digas nada, lo sé, aunque me gustaría que en vez de aislarte, hablaras conmigo la próxima vez —su voz era sería pero dulce, como recordándome que podía contar con él, y yo lo sabía, siempre fue el amigo que necesité en el momento oportuno, incluso cuando Jackson hizo lo que hizo, él estuvo allí apoyándome.
—Estoy de acuerdo, intentaré no ser tan idiota —dije con una sonrisa tímida mientras él me la devolvía y se acercaba a mi para cubrir sus labios con los míos en un beso suave. El estacionamiento estaba lleno de gente, pero nunca me había ocultado, para nadie era un secreto mi sexualidad y la de Liam, así que para ellos era tan normal vernos ser tan asquerosamente tiernos.
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Linebacker
RomanceSerie: Una noche. Libro #2 Román tenía clara dos cosas: La primera; quería jugar fútbol toda la vida y la segunda; Hannah lo volvía loco. Por otro lado Hannah tenía certeza de algo: nunca caería en los brazos de Román Pierce.