Capítulo 16
Hannah
Miré la computadora frente a mí. Se suponía que estaba haciendo el trabajo de Anatomía Animal tres, pero mi mente repasaba una y otra vez la última discusión que había tenido con mi madre. Desde que tuve consciencia y fui capaz de pensar por mí misma, sin influencias de pensamientos ajenos, mi madre y yo no compaginábamos. Ella tenía un concepto de vida perfecta del cual yo no estaba de acuerdo, y obviamente ella no comprendía, sin contar la manera en que trataba a mi padre.
La noche anterior había ido a cenar como cada jodido viernes. Era una cena obligatoria; otras familias adoraban tener tiempo para reunirse, pero para mí, el hecho de pasar tiempo con ella me hacía sentir que me faltaba el aire. Como siempre, surgió el tema de mi carrera universitaria. Ella no podía comprender que estuviera estudiando veterinaria cuando el negocio familiar era el bufete de abogados. Pero para mí, ser abogado representaba la crueldad, porque ella me había enseñado eso.
La hoja frente a mí estaba en blanco, porque como siempre esa mujer lograba afectarme tanto que no me dejaba pensar en otra cosa sino ella. No podía comprender cómo mi padre podía seguir a su lado. Con el paso de los años he visto cómo ella apagó el brillo de su mirada y cómo poco a poco él ha perdido la confianza en sí mismo, y ahora más, que le ha tocado ser el esposo de la jefa, ya que desde que perdió su trabajo no pudo conseguir algo más y le tocó hacer lo que nunca quiso, trabajar en la firma de mi madre.
Tenía pánico de ser como ella, pero sabía que me parecía demasiado y podía lastimar a las personas que me querían.
Extrañaba demasiado a Rose, nunca había sido una persona muy sociable, la única amiga de verdad que tenía era ella, pero se fue, y estaba feliz por ella, pero la extrañaba demasiado y la necesitaba a mi lado para hablar en momentos como esos.
Siempre podía llamarla, pero tenía tres bebés, su vida estaba demasiado ocupada como para también llenarla con mis problemas, además necesitaba un abrazo y eso no podía dármelo por videollamada.
Miré nuevamente la hoja en blanco en el ordenador, y traté de recordar de qué se suponía que era el trabajo que debía hacer, pero mi mente estaba en otro lado y sabía que sería imposible hacer algo decente en ese momento. Así que cerré el portátil, suspiré mientras cerraba los ojos un segundo. Quizás necesitaba ver una peli o hacer algo que no me permitiera pensar.
Odiaba que mi madre tuviera este poder en mí, era increíble como tus padres pueden darte la vida y a su vez pueden ser la razón por la que tu vida era una mierda.
El sonido de mi móvil sonando me hizo abrir los ojos, una sonrisa sincera asomo mis labios, era Ro, la había llamado con el pensamiento, no era una videollamada pero me estaba llamando y la extrañaba tanto que me conformaba con ello.
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Linebacker
RomanceSerie: Una noche. Libro #2 Román tenía clara dos cosas: La primera; quería jugar fútbol toda la vida y la segunda; Hannah lo volvía loco. Por otro lado Hannah tenía certeza de algo: nunca caería en los brazos de Román Pierce.