༆𝐈 𝐚𝐦 𝐚 𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧 |ʜᴏᴛᴅ ♔︎

♔︎|𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐕:

                ʜᴏᴜsᴇ ᴏғ ᴛʜᴇ ᴅʀᴀɢᴏɴ

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                       ♔︎|𝐀𝐥𝐢𝐜𝐞𝐧𝐭:

La noche cayó en la Fortaleza, haciendo que nos empezáramos a preparar para la cena.

Daemon se había ido a sus aposentos poco después de que terminara de alimentar a Aemond. Estaba terminando de prepararme, mientras veía como la nodriza se llevaba a mi bebé, odiaba tener que separarme de él, pero no sería adecuado llevarlo.

Iria a la cena vestida con un hermoso pero sencillo vestido lila con toques plateados. El vestido dejaba un poco sus hombros al descubierto y se ajustaba a su cintura. La joyería era de los mismos colores que el vestido y su cabello estaba recogido en un sencillo pero elegante moño, que dejaba algunos de sus rizos de enfrente sueltos.

Al estar completamente lista salí de mis aposentos con rumbo al gran comedor donde se llevaría al cabo la cena. En los pasillos casi llegando al comedor me encontré con Daemon quien iba vestido completamente de negro, asiendo que su aura amenazante aumentara más.

—¿Vas algún velorio? — pregunté burlona.

—Tal vez...—respondió el hombre alzando una de sus cejas de manera traviesa.

A veces el Targaryen era como un niño pequeño. Todas las noches le pedía a los Dioses que su hijo se pareciera más ella que a su padre.

Cuando llegamos al comedor fuimos anunciados.

—Presentando a su Alteza Real el Príncipe Daemon Targaryen y su esposa Lady Alicent de Targaryen —los dos guardias que estaban apostados afuera abrieron las puertas para nosotros.

Recuerda cuando hace un año la presentaban como Alicent Hightower, las cosas han cambiado mucho, pero para mejor.

Al entrar no pude evitar tensarme. Sabía que Lord Strong junto con Sir Harwin estarían presentes en la cena, pero había olvidado por completo a Larys Strong. Inmediatamente, vinieron a mi recuerdos del hombre haciéndome solicitudes desagradables en ese "sueño", me dieron ganas de vomitar.

De pronto sentí una mano posarse en mi espalda baja y guiándome a la mesa, haciendo que regresara a realidad.

No debía afectarme, eso únicamente sucedió en mí "sueño", aquí jamás había cruzado palabra con él, ni siquiera lo había visto. A demás tendría que acostumbrarme, el hombre pronto sería el "buen hermano de Rhaenyra", seríamos "familia", las ganas de vomitar regresaron pero me controle.

—¡Me alegra que ya estén aquí! —hablo animadamente el Rey. —Ahora podemos comenzar la cena.

El Rey estaba sentado en medio de la mesa, Laena aun lado de este y a lado de la Reina estaban los Velaryon: la Princesa Rhaenys, Lord Corlys y Sir Laenor quien quedaba en uno de los extremos de la mesa. Del lado izquierdo del Rey se encontraba Rhaenyra, me coloqué al lado de la platinada haciendo que Daemon se sentara en el extremo de la mesa quedando de casi de frente con Sir Laenor. Al otro lado de la mesa frente al Rey, estaban los Strong, Lord Strong en medio de sus dos hijos.

—Mientras se sirve la comida quiero hacer un brindis —hablo el Rey mientras se colocaba de pie. —Este año ha sido un gran año para la Casa del Dragón. Los Dioses nos bendijeron con nuevos matrimonios, permitiéndonos ampliar más la familia y también nos dieron fuerza para que mi hermano y Lord Corlys vencieran a Tirarquia.

Todos los presentes levantaron sus compas siguiendo el brindis del Rey. ¿Los Dioses? Si, sin duda alguna los Dioses nos están bendijendo, dándome a mí ese "sueño" y así permitiéndome evitar tanta destrucción.