༆𝐈 𝐚𝐦 𝐚 𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧 |ʜᴏᴛᴅ ♔︎

♔︎|𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗:

                  ʜᴏᴜsᴇ ᴏғ ᴛʜᴇ ᴅʀᴀɢᴏɴ

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                      ♔︎|𝐃𝐚𝐞𝐦𝐨𝐧:

Cuando llegue a la Fortaleza todo estaba igual que cuando me fui.

Seguía siendo un poco bulliciosa por los sirvientes que iban de un lado a otro cumpliendo con sus deberes o por los Lores y Ser que habitaban aquí.

No perdí mi tiempo en saludar alguien o ver como se están manejando las cosas, eso era algo que no me interesaba en este momento, de todos modos si estuviera sucediendo algo relativamente importante mis hombres ya me hubieran informado.

Ahora únicamente me interesaba ver a una persona y esa era la pequeña Hightower.

Camine hasta donde estaban los aposentos de la susodicha, estando afuera tuve que tomar aire un par de veces, después de todo esta chiquilla podía sacarme de mis casillas al igual que su padre.

Toque la puerta y cuando me dieron el pase no perdí el tiempo en entrar.

—Mi Príncipe. Creí que no se encontraba en la Fortaleza, ¿a qué debo el placer de su visita? —pregunto con evidente sorpresa.

La pelirroja se encontraba viendo telas blancas, probablemente este relacionado con la boda, al mismo tiempo pude ver algunos pergaminos en la pequeña mesa en medio de los sofás.

—Escuche que el Rey ha dado la orden para que se empiecen los preparativos para nuestra boda —dije mientras me dirigía a sentarme a uno de los sofás, quedando al frente de la chica.

—Así es mi Príncipe, ¿quiere opinar sobre los preparativos? —podía ver la duda e inquietud en la Hightower.

No podía culparla, no he sido muy amigable con ella, pero a diferencia de como trato a los demás, no la trato tan mal.

—¿Para cuándo exactamente se agendó la boda? He escuchado que tanto la Reina Consorte como tú ya empezaron los preparativos así que me imagino que debe ser pronto, ¿no?

—Bueno, ha pasado una semana desde que el Rey dio la orden así que solo quedan dos semanas más. La Reina Consorte y yo ya hemos hecho los encargos correspondientes para la decoración y el banquete, también ya enviamos las invitaciones y ahora únicamente queda por ver nuestras vestimentas.

No podía creer que hubiera hecho tales cosas en tan solo una semana. Daemon jamás había preparado una boda, pero no debe ser fácil.

Tome uno de los pergaminos que estaban en la mesita y lo empece a leer. Para mi sorpresa los colores de la decoración serían únicamente los de la Casa Targaryen, no había verde por ninguna parte. Recordaba que la pelirroja le comento que no le gustaba dicho color, pero esperaba que lo incluyera en la decoración como símbolo de unión entre ambas Casas, tal como lo hicieron en la boda de su hermano con la pequeña Velaryon.

Dado que todo era de color negro y rojo, no podía imaginarse para qué era el color blanco.

Bueno, ahora que se había asegurado que todo estaba en orden y sobre todo, haberse enterado cuando lo llevarían a la ejecución, no tenía nada más que hacer aquí.

Así que me puso en pie para marcharme, pero antes de que pudiera hacerlo la chica hablo.

—Mi Príncipe, ¿no quiere dar alguna sugerencia para la decoración o nuestras vestimentas? —pregunto dudosa.

—No, lo estás haciendo bastante bien tu sola.

Sin más preámbulo me marché. Realmente no tenía nada que acotar, puesto que no tenía ni idea sobre estas cosas, además que las bodas ándalas no eran de su gusto, él siempre preferiría las Valyrias, otra cosa que se perdería al no casarse con una mujer de sangre Valyria.

Era una verdadera lástima, pero no se seguiría enfocando en lo perdido, sino en lo ganado, por eso había venido a ver como llevaba las cosas su futura esposa.

No parecía estar muy envuelta con la Casa de las víboras a pesar de pertenecer a esta, así que talvez solo talvez, Daemon pueda darle una oportunidad a la chica.

Salió de sus pensamientos y apresuro su paso, ya que no quería toparse con Viserys, Rhaenyra, Ser Harwin o incluso el jodido de Otto, pero claramente los Dioses no estaban de su lado.

Porque justo al doblar en una esquina me tope con Rhaenyra. Ahí estaba ella, la causa de la mayoría de mis borracheras en esta última semana.

—Tío, creí que habías partido a RocaDragon.

—Fue de esa manera, pero regrese para hablar con mi prometida —pude ver como una pisca de dolor paso por sus ojos, pero lo oculto rápidamente.

Realmente no quería hacerle ningún daño, pero era mejor para ambos que aceptaran la realidad. Él muy pronto se uniría en matrimonio con la amiga de su sobrina y ella ahora estaba comprometida con Ser Strong y por lo que escuche esta misma había pedido tal unión.

Daemon no era estúpido pudo ver porque Rhaenyra hizo tal cosa. Probablemente ella al igual que él se dio cuenta de que la Hightower gusta del Strong y Rhaenyra que en este momento muy probablemente se encontraba con rencor, pido ese matrimonio como un tipo de "venganza" en contra de su mejor amiga y él mismo.

—Me imagino que para ver los preparativos de su boda —fue evidente que le costó decir el "su".

—Se podría decir. Bueno, sobrina, tendremos que vernos después llevo un poco de prisa —antes de que pudiera protestar la evadí y seguí con rumbo a las afueras de la Fortaleza.

Era un poco cruel comportarse de esta manera con ella, pero tenía que hacerlo, de otra manera no podría seguir adelante con su matrimonio con la Hightower. Si seguía cerca de la platinada su dragón interno podría cometer la locura de caer en la tentación y tomarla para irse a las Ciudades Libres.

Eso no podría pasar, porque tanto ella como él tendrían mucho que perder.
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                        ♔︎|𝐀𝐥𝐢𝐜𝐞𝐧𝐭:

No me esperaba para nada la visita del Príncipe Daemon. No sabía exactamente que era lo que vino hacer, ya que no opino nada sobre como había hecho los preparativos.

Aunque conociéndolo muy seguramente se vino a asegurar que no hiciera esta celebración de una manera muy Hightower. De todas maneras, tal y como le había dicho al platinado, únicamente faltaba ver la vestimenta de ellos.

Alicent se había demorado en eso porque no sabía de qué color usar su vestido. En su "sueño" se vio obligada a utilizar el que la familia Targaryen había preparado para ella, »que curiosamente fue el que uso Laena Velaryon«. Por otro lado, se acostumbra que el color del vestido en una boda sea de una azul claro, que es símbolo de pureza, fidelidad y amor. Pero nada de eso representaba esta boda así que al final Alicent se decido por el blanco.

Ahora el problema era la vestimenta del Príncipe Daemon. La decoración ya era de los colores de la Casa Targaryen y si de estos mismos colores era la ropa del futuro esposo claramente no resaltaría. Así que al final decidió que sería blanco con dorado al igual que el de ella.

Teniendo todo resuelto me dispuse a pedir que tomar mis medidas y buscaran al Príncipe para que tomaran las de este, aunque según me comento la costurera ya las tenían, dado que el platinado odiaba que los estuvieran pinchan como si fuera un muñeco de trapo pedía que guardaran sus medidas para cuando volviera hacer un pedido, Alicent pensó que entonces el Targaryen debería mantenerse en el mismo peso y forma para que sus medidas no cambiaran.

Por otro lado, ella no tenía la misma suerte, tendría que soportar los leves pinchazos y estarse probando el vestido cada cierto tiempo para asegurarse que le quedara a la perfección, para, sino hacer los ajustes necesarios. Sin mencionar que aún tiene que escoger las joyas y que peinado se hará.

Estas dos semanas iban a hacer muy largas y cansadas.
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♔︎]Tengo que confezar que de todos los capítulos que he hecho, este es el que menos me a gustado hasta ahorita. Es importante porque nos muestra un poco más de como van las cosas, pero al mismo tiempo se puede tomar como relleno, la razón es que no quería saltar inmediatamente a la boda, siento que sería muy apresurado, en fin.

♔︎]Espero les guste ♡