♔︎|𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐗𝐈𝐈:

4.6K 606 334
                                    

                 ʜᴏᴜsᴇ ᴏғ ᴛʜᴇ ᴅʀᴀɢᴏɴ
—————————♔︎—————————

|ADVERTENCIA: Este capítulo contiene descripciones de escenas sangrientas, muertes, abusos y demás. Si eres sencible con estos temas o eres menor de edad, favor de saltarse este cap|

                         ♔︎|𝐀𝐥𝐢𝐜𝐞𝐧𝐭:

Cinco meses han pasado desde que los Dioses decidieron bendecirnos con cinco hijos.

Aegon era todo un caso. Suele llorar si no le das atención por más de un segundo, come demasiado no falta decir que es el más regordete de sus hermanos, sonríe todo el tiempo, es igual de coqueto que su padre. Baela es tranquila la mayor parte del tiempo, pero tiene el digno temperamento de un dragón. Helaena es demasiado tranquila y risueña, ama estar en los brazos de su padre. Alyssa es digna hermana de Aegon. Daeron es igual de tranquilo que Helaena y ama estar en mis brazos. Por otro lado, su pequeño primogénito no ha cambiado mucho, más haya de que se suele hastiarse cuando tiene Aegon y Alyssa mucho tiempo cerca, nadie lo culpa.

Daemon como padre orgulloso que es ha llevado a todos sus hijos a dar vuelos en dragón y les ha colocado a cada uno de ellos huevos de dragón. Hace menos de un mes eclosionaron los de Aegon, Baela y Daeron. De un huevo dorado como el oro salió Sunfyre "el dorado" al igual que en su sueño. De un huevo verdoso salió MoonDancer la dragona de su bella Bae y de huevo azul oscuro salió Tessarion "La Reina Azúl".

El resto de huevos no había eclosionado. Alicent quería pensar que se debía a que sus dragones ya estaban haya afuera esperando a sus jinetes. En su sueño su dulce Helaena reclama a Dramefyre, tal vez sea lo mismo aquí y para su querida Alyssa si los Dioses quieren tendrá la misma suerte.

Al salir de sus pensamientos se encontró con una mirada muy atenta puesta en ella. Su pequeño dragón, Aemond, la estaba observando mientras jugaba con un dragón de madera.

—¿Qué sucede? Mi pequeño dragón —lo miro dándole una dulce sonrisa.

—Muña...—sale de sus pequeños labios. La pronunciación no es muy buena pero está claro lo que quiso decir.

Se escucha un jadeo de sorpresa al otro lado de la habitación, provocando que ambos volteáramos en esa dirección. Un hombre de cabellos plateados estaba parado cerca de la puerta con una expresión de asombro, orgullo y tristeza al mismo tiempo.

—Aemond, has dicho tu primera palabra en Valyrio...—susurro el hombre al mismo tiempo que se acercaba. —¿No pudiste haber dicho Kepa?

Su esposo se quejaba entre pucheros, pero aun así cargo a Aemond y le beso sus pequeñas mejillas regordetas al mismo tiempo que lo felicitaba.

—¡Lo llevé ocho meses en mi vientre! Es justo que su primera palabra sea Muña —me quejo con el hombre.

—Tienes toda la razón esposa mía, pero también quisiera que dijera Kepa —hablo el platinado.

Las puertas fueron tocadas entrando por estas uno de los guardias.

—Mi Príncipe, mi señora. Ha llegado un mensaje de King's Landing —informo el hombre entregándole el pergamino a su esposo.

Compartimos una mirada en comprensión. Sabíamos lo que podría decir ese mensaje. La salud del Rey empeoraba cada vez más, tanto Rhaenyra como Laena estaban desperadas por encontrar una solución, pero poco podían hacer cuando el Rey se negaba a que alguien que no fuera el maestre lo tratase.

Daemon había ido más de tres veces a ver a su hermano y tratar de convencerlo, pero este tercamente se negaba. Alicent no recordaba que su salud empeorara tan rápido en su sueño. Cuando Aegon rondaba los quince años el Rey estaba entrando en un estado de salud delicado pero antes no. Tal vez su intervención en la historia hizo que este suceso cambiara, ella no lo sabía con exactitud.

༆𝐈 𝐚𝐦 𝐚 𝐃𝐫𝐚𝐠𝐨𝐧 |ʜᴏᴛᴅ ♔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora