Alejandra
-¡Buenas! Miren a quien me conseguí y lo traje – chilla Víctor y lo esperamos en la cocina –
- Santos – grito y me levanto de la silla para abrazarlo –
- Siempre es bueno verlos – dice y después de alejarnos abraza a John –
- ¿Te graduaste? – pregunto y niega –
- El año que viene – responde y asiento –
- ¿Medicina aún? – pregunta John y el pelinegro sonríe –
- Es mi vida – responde y sonrío feliz por ello –Al menos uno de los dos si cumplió su sueño, Santos será médico y estoy muy feliz por él, se merece todo lo bueno y más una profesión tan bonita como lo es la medicina, mi amigo nos comienza a hablar de él y su vida en estos cinco años, mientras tanto Víctor entre bromas nos sirve una cerveza a cada uno y seguimos hablando.
-¿Y tú pequeña? – pregunta y miro a John –
- Nada nuevo – respondo restando atención –
- ¿Y alguna chica? – pregunta y me rio –
- Puede ser – respondo y aplaude –Miro a Víctor quien está serio como perdido en sus pensamientos, le hago un gesto a John y le resta importancia, alzo los hombros y sigo hablando con John y Santos sobre como volví a ver a Karla, como la conocí cuando tenía 17 años y como ahora me gusta tanto.
-No quiero darle la razón a John pero si mataste a su papá, créeme que ella será tu perdición – dice Santos preocupado y me tenso –
- Lo sé pero ella – susurro pensativa – ella es especial Santos y me mataría no intentarlo, confesarme ante ella fue lo mejor que me ha pasado Santos – digo y lo miro –
- Nuestra pequeña se enamoró – dice con mirada enternecida y nos reímos –
- Nos vemos – se despide Víctor y se va –Frunzo el ceño y miro a los chicos, John cambia el tema y aunque quisiera entender esa reacción, decido hacer lo mismo que mis amigos, dejarlo pasar y cuando estemos a solas hablar con él para entonces entender porque hace eso.
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Cuelgo la llamada de mi jefe y suena el timbre, miro el reloj y van a ser las 7:10 de la noche, dejo mi celular en la cama y salgo de la habitación, camino todo el pasillo hasta llegar a la entrada, abro la puerta y sonrío al verla frente a mí, sonríe y agarro su mano para jalarla y abrazarla, la escucho suspirar y apoyo mi mentón en su hombro.
-Te extrañé – susurra y asiento –
- Yo también – susurro y nos alejamos –Karla entra y cierro la puerta, le ofrezco algo de tomar y elige café, asiento y entro a la cocina para buscar una taza en la alacena y luego servirle café a la morena, me acerco a la barra y la veo apoyada de esta, sonrío y le entrego su taza de café, agradece y niego para ahora ser yo quien se apoye de la barra.
-¿Cómo te sientes? – pregunto y suspira –
- Quiero encontrar al maldito que mató a mi papá y acabar con él – responde y siento los latidos de mi corazón en el cuello –
- Te entiendo – susurro y toma su café –Salgo de la cocina y me acerco al ventanal, me cruzo de brazos y me quedo mirando la ciudad, quisiera tener la valentía de decirle que soy yo pero no la tengo, no quiero perderla y menos que se decepcione de mí, para eso tengo al resto del mundo pero ella no, no lo soportaría.
-¿Cómo te fue hoy? – pregunta y reacciono para girarme a verla –
- Bien, vino un amigo que tenía cinco años sin verlo – respondo y se acerca cautelosa después de dejar la taza en la barra –
- Estuvo tu mamá y quise decirle que es la peor de todas pero sé que eso te afectaría a ti y no quiero – comenta y sonrío mientras estamos frente a frente –
- Ya pasó, ya cada quien eligió su camino – susurro y asiente –
- ¿No has pensado salir de ese mundo? – pregunta y me giro para ver la ciudad –
- Antes no pero te conocí – respondo y la siento a mi lado –
- ¿Ahora qué? – pregunta y bajo los hombros –
- Debo protegerte hasta de mí y por eso he pensado en dejar ese mundo pero a la vez si lo hago te pongo en peligro y no quiero – susurro y me giro a verla –
- Yo me sé cuidar sola – dice seria y niego –
- No seas orgullosa – digo y se ríe –
- ¿Comemos? – cambia el tema y sonrío –
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Mundos Diferentes
RomanceAlejandra Santiago: Una joven que le tocó vivir una versión de la vida que nadie querría vivir, algo que se le sale de las manos cuando la venganza se vuelve su lema, muchos tenemos sueños y Santiago no era la excepción pero la vida escogió por ell...