Alejandra
-Recuerdo todo – digo seria y vuelvo la vista al techo – ¿Paulina si murió? – pregunto y escucho a Santos suspirar –
- Sí, ella tristemente no pudo llegar – responde y suspiro molesta –
- Lo voy a matar – digo entre dientes y Santos me obliga a verlo –
- ¿Quién fue? – pregunta y me muerdo el labio mientras comienzo a llorar –
- Mi asesino y el de Paulina fue – susurro y vuelvo la vista al techo mientras me tenso – Víctor Alonso – respondo y hay un pequeño silencio –
- ¿Víctor te quiso matar? – pregunta Santos conmocionado y asiento –
- Pero no morirme le va a costar la vida – respondo seria –
- No hagas lo que por tu mente pasa, Alejandra te lo ruego – súplica y niego –
- Paulina era la mejor amiga de la mujer de mi vida Santos y yo creí que alguna vez me quiso – respondo y volteo a verlo con rabia – lo odio y con él voy a cerrar la lista de muertos, como que me llamo Alejandra del Carmen Santiago – digo seria y Santos sabe que es mejor no insistir –Un rato después me cuenta que todo siguió su rumbo, que para todos estoy muerta y sobre todo para ella, comienzo a llorar y me dice la verdad, Karla se va a casar y es lo que más me duele de todo esto, me abraza y escondo mi rostro en su pecho mientras lloro insistentemente.
-Alejandra – susurran y Santos se aleja –
- Karla – susurro y aquellos ojos marrones se cristalizan mientras se acerca y acaricia mi mejilla –Tomo su mano y confirmo su compromiso cuando un anillo me recibe, dos años y ella se va a casar con alguien más, me duele y duele mucho, no me permito aceptar que vuelvo a perderla y porque creía que yo estaba muerta, no juzgo a Santos porque yo haría lo mismo pero no deja de doler.
-¿Podemos hablar? – pregunto y asiente –
- Karla no lo permitas – susurra Santos y se va –
- ¿Permitir qué? – pregunta Karla cuando estamos a solas –
- Que vuelva a matar – respondo seria – ese día cuando Paulina estaba en mi casa yo le dije que te amaba y que estaba contigo – digo y me mira asombrada – te conozco lo suficiente para saber que esa duda persistía en tu mente – aclaro y asiente –
- Me voy a casar – susurra y lloro mientras siento mi corazón romperse –
- Capaz sea la persona indicada – susurro y Karla llora – no llores morena – susurro limpiando sus mejillas – siempre aparezco en tu vida como un terremoto – digo y nos reímos –
- Amo ese terremoto – susurra y sonrío triste –
- Y yo estar en tu vida – susurro y nos abrazamos – sé que te pensé incluso mientras creía que me iba a morir, siempre te soñé aunque nunca entendía la razón y cuando te vi sabía que te conocía de algún lados más allá que mis sueños – susurro y Karla se aleja de golpe –
- Siempre te tuve presente Alejandra del Carmen – susurra y acaricio su mentón con mi nariz –
- Vete, anda y sigue con tu vida Karla Victoria – susurro y la morena se aleja –Su celular suena y se aleja, suspiro pesadamente y segundos después Karla se acerca, me súplica que no haga nada y le explico que es sed de venganza, por mí, por la familia Tarragona, por su esposa y por ella, Karla llora y le pido a uno de los enfermeros que la acompañe, eso hace el chico y me doy la vuelta para estar en posición fetal y así llorar mientras dejo ir al amor de mi vida.
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-¿Y Karla? – pregunta Santos mientras me levanto de la camilla –
- Hace rato se fue – respondo mientras me agarro el cabello en una cola –
- ¿Y tú? – pregunta y suspiro –
- Me dieron de alta, voy a casa a descansar – respondo y Santos asiente –
- Vamos, yo iba de salida – dice y me volteo, sí, esta en ropa casual –Asiento y caminamos hasta salir de emergencia, minutos después estamos saliendo del hospital y caminamos hasta el coche, al llegar Santos baja el seguro y me abre la puerta del copiloto, le agradezco y me subo, me apoyo de la ventana después de ponerme el cinturón de seguridad y Santos se sube, unos minutos después enciende el coche y vamos a casa de Ninoska, su tía.

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Mundos Diferentes
RomanceAlejandra Santiago: Una joven que le tocó vivir una versión de la vida que nadie querría vivir, algo que se le sale de las manos cuando la venganza se vuelve su lema, muchos tenemos sueños y Santiago no era la excepción pero la vida escogió por ell...