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Londres, Reino Unido

Karla

Cuatro meses después…

-Amé esa película – comenta Alejandra y le doy un beso en la sien para entrelazar luego nuestras manos –
- ¿Casa o bar? – pregunto y voltea a verme –
- Casa – responde y asiento –

Caminamos hasta salir del cine y seguimos hasta el estacionamiento, al llegar saco las llaves de mi coche y le bajo el seguro, caminamos hasta el copiloto y le entrego las llaves, le doy un beso y me abre la puerta para subirme, cierra y rodea el coche para subirse, nos ponemos los cinturones de seguridad y agradezco que la pandemia redujo su intensidad, aquí fue fatal hace un año de verdad Londres daba miedo, entrelazo la mano de mi novia después de que enciende el coche y da retroceso para salir del estacionamiento, dentro de cuatro días nos vamos a casar y lamentablemente nuestra familia no puede venir, odio esta lejanía o al menos ahora que me voy a casar, quisiera hacer todo para que vengan.

Enciendo la radio y mientras Alejandra maneja a casa yo conecto mi celular, comienza a sonar Me puedes pedir lo que sea y comienzo a cantar, Alejandra besa el dorso de mi mano y canto mientras me volteo a verla, se ríe y le lanzo un beso. Con Alejandra, en Londres hemos adoptado muchas de sus tradiciones pero también nuevos hábitos, Alejandra ama estudiar aquí y sus compañeros le hacen la vida amena, ya sabe inglés y es una genio, estoy muy orgullosa de ella y sé que llegará muy lejos, como también que hay muchos hombres y mujeres detrás de ella, aparte que ese rojo en el cabello le queda precioso y con esos ojos verdes es alucinante su belleza, ella es un sueño hecho realidad.


-Llegamos – avisa y apago la radio –
- Vamos – digo emocionada y tranquila a la vez –
- Diciembre aquí me mata, el frío es peor – chilla y me rio mientras me quito el cinturón de seguridad – no da risa Karla – se queja triste mientras nos bajamos –
- Ale llevamos dos años aquí, ya era para que te adaptarás – respondo y hace un puchero después de bajarnos – mejor entremos – pido y rodeo el coche para extender mi mano –
- Vamos – susurra y toma mi mano –

Caminamos hasta entrar al edificio y subimos las escaleras, saludamos a un par de vecinos y al llegar al departamento me pide que abra, frunzo el ceño y no entiendo, me explica que es porque sus llaves están adentro, asiento lentamente y decido abrir entonces, entro y cuando enciendo la luz sale gritando mi familia y la familia de Alejandra, me quedo paralizada y no lo asimilo hasta que aparecen Marian, Santos, Lily y Fabiola.

-Mamá – grito y corro hasta ella para abrazarla –
- Hermanita – dice Pepe y me giro para abrazarlo –
- ¿Qué es esto? – pregunto confundida –
- Sorpresa – responde Alejandra – los traje a todos, incluso al imbécil de Santos – dice de mala gana –
- ¿Vas a seguir molesta? – pregunta Santos y nos reímos –
- ¡Sí, traidor! – responde Alejandra y mi suegra se pone en medio de los dos para abrazar a su hija –

Me rio y me acerco a mi cuñada, también a Marian y a Fabiola, saludo a mis cuñados y a mi suegra, a Santos y a Lily también, amo que todos estén aquí aunque no sé a donde van a dormir.

En cuanto a todos, la vida de cada uno siguió y es que Pepe se casó, Marian es dueña de la empresa de Pau y trabaja de socia con Fabiola, mientras que Santos y Lily se casaron, mis cuñados los mellizos estudian ya en la universidad y mamá sale con alguien pero no nos dice aún quien es y eso me frustra.

-¿Quieren comer algo? – pregunta mi suegra –
- Sí – responden todos –
- Yo te acompaño consuegra – dice mamá y me rio –

Ambas se ríen y Fabiola se les une, entrecierro los ojos cuando veo unas miradas raras entre mamá y ella, niego y me uno a la conversación bueno pelea entre Alejandra y Santos, entre ellos no hay día que no discutan desde hace dos semanas que Santos se casó y no le dijo a Alejandra hasta el día de la boda, tiene razón cuando dice que Alejandra hubiese ido y por eso no me molestó, Pepe hizo lo mismo y por eso lo entiendo pero yo sí los quería a todos aquí, ahora soy la mujer más feliz y completa que existe, Alejandra me arrastra hasta nuestra habitación y cierra la puerta con seguro.

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