17.

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Karla

-¿Para donde van? – pregunta Pepe por tercera vez –
- Ni yo sé – respondo y se ríe –
- Que complicado – dice y se pone de pie –

Lo veo acercarse hasta mi clóset, abre las puertas y se queda admirando todo, me acuesto en la cama y me apoyo de los codos mientras miro a mi hermano buscando realizar su magia. Minutos después vuelve con un pantalón negro ajustado, una blusa de tirante rosa y una chaqueta negra, unas botas a juegos con las chaquetas y me siento en la cama asombrada.

-Puto genio – susurro y se ríe –
- Que disfrutes hermanita – dice y se va –

Me quedo a solas y miro mi celular, ya van a ser las 5:30 de la tarde y Alejandra me avisó que vendría por mi a las 7:10 de la noche, así que todavía tengo un poco de tiempo, me pongo de pie y me acerco al clóset por un albornoz y una toalla, camino hasta el baño donde me encierro y segundos después me desvisto para meterme a la regadera y echarme una ducha.

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-¿Señorita Karla? – preguntan y abro para ver a Rosa –
- Dime Rosa – respondo y sonríe de lado –
- Afuera le dejaron algo – responde y asiento –

Salgo y sigo a Rosa para bajar y después de unos minutos salir de la casa, miro a la chica y asiente, vuelvo la vista al frente y hay un Corolla frente a mí, frunzo el ceño y me acerco, en el parabrisas hay una pequeña nota y la tomo para leerla.

“Disculpe que mis muchachos dañaron su carro, pero aquí le traje este y así no espera a que el suyo esté listo, disculpe el mal rato señorita Parmesino pero entienda que era necesario, que tenga una feliz noche y haga muy feliz a Alejandra siempre. Att: el diablo”

Miro el Corolla y me cruzo de brazos, abro la puerta del piloto y esta la llave encima del asiento, la agarro y me salgo del coche, quisiera tomarlo porque es un carro muy hermoso pero ese hombre ya le ha hecho suficientemente daño a mi familia, no puedo aceptar esto a base de la sangre derramada de papá, no me lo permito.

Me giro y camino hasta la entrada de la casa, cuando estoy por entrar escucho un carro y me volteo, se estaciona detrás del Corolla y segundos después se baja Alejandra, mira el coche asombrada y se acerca a mí pero yo solo tengo mirada para ella, está hermosa con esa falda de cuerina negra, una blusa blanca y una chaqueta más unas botas largas y de tacón, su cabello negro suelto y sus ojos con un verde muy intenso, sonríe de lado y me acerco a ella.

-Estás hermosa – susurro y niega –
- Tú estás más hermosa – dice y me rio mientras tomo sus mejillas y la beso –

Nuestros labios van al mismo compás y nuestras lenguas juegan, un jadeo sale de sus labios y minutos después nos alejamos, escucho mi nombre y veo por el hombro de Ale a Fefe, me tenso y Alejandra se gira para ponerse a mi lado.

-Yo te conozco – dice serio y miro a Alejandra – Claro, la que se acuesta con Paulina – recuerda y suspiro –
- Lo hacia – aclara Alejandra seria –
- ¿Por esto no me prestas atención? – pregunta Fefe mirándome y suspiro –
- Primero, no me gustas ni me gustaras nunca Frederick y segundo – me quedo en silencio – espero no tener el mal gusto de dejarte de hablar porque le digas a mamá y a Paulina – digo y me mira serio –
- Va a acabar con tu vida – dice de mala gana y se va –

Frederick se sube a su coche y se marcha, bajo los hombros y me volteo para ver a Alejandra quien esta mirando al suelo pensativa, tomo su mano y reacciona, sonríe de lado y busco en su mirada algo de confianza pero no la tiene, las palabras de Fefe le afectaron, me acerco y la abrazo fuerte.

-Voy por mis cosas y nos vamos – susurro y asiente –
- Vale – susurra y me alejo –

Le lanzo un beso a la pelinegra y suelto su mano para entonces volver a casa, toco el timbre y me abre Pepe, le agradezco y subimos a mi habitación mientras le cuento sobre el mal rato que pasamos con Frederick, Pepe se ofrece a hablar con él y le agradezco. Minutos después estoy saliendo ya lista y me acerco a Alejandra, se para firme y rodea el coche, me abre la puerta del copiloto y le agradezco, rodea de nuevo el coche y se sube, nos ponemos el cinturón de seguridad y me dejo llevar por la pelinegra, no sé si sonaré muy confiada pero hoy tomo su mano y me dejaré guiar por ella a donde sea que me quiera llevar.

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