26.

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Alejandra

-¿Sabes que si quiero ahora? – pregunta Karla mientras se me acerca con una ferocidad que me mata –
- ¿Qué? – pregunto mientras titubeo –
- Hacerte el amor – susurra al llegar a mí –
- Hazlo – digo sonriendo y Karla se ríe –

Pasa su mano por mi nuca y me pega a ella en un intenso beso, nuestros labios se mueven en una sensual y maravillosa sincronización, jadeo mientras nuestras lenguas chocan y comienzan una danza extasiante, lentamente le voy desabotonando la camisa hasta que finalmente se la quito y ella baja los dedos hasta la parte baja de mi camisa para subirla.

Me alejo agitada y subo los brazos para quitarme la camisa y así quedar al igual que mi novia, solo en brasier. Respiro agitada y agarro su mano, la escucho reír y mi corazón se acelera aún más, rápidamente llegamos a mi habitación y en un pequeño movimiento Karla me acerca a la cama donde me lanza y sonrío mientras me apoyo de mis codos para verla, con mucha sensualidad se quita la falda y no puedo cambiar estos momentos con ella por nada en el mundo, ella es perfecta. Se acerca lentamente hasta llegar a mí y desde mi abdomen sube con pequeños besos, cierro los ojos y echo la cabeza para atrás mientras gemidos salen de mis labios, me siento tan extasiada al sentir cada beso de Karla Parmesino, ella todo lo hace bien… muy bien.

-¡Karla! – digo entre gemidos mientras siento sus dedos desabotonando mi pantalón –
- Dime – susurra y abro los ojos para que nuestras miradas conecten –
- Ya hazme tuya – susurro y sonríe con extrema sensualidad –
- Ya lo eres – responde y me besa –

Con rapidez le ayudo a quitarme el pantalón y la escucho reír, me quita el brasier y baja con besos por mi cuello hasta llegar al valle de mis pechos, mis gemidos van leves pero se vuelven intensos y profundos, su nombre no para de salir de mi boca mientras Karla juega con mis pechos y después de unos minutos baja con besos por mi abdomen hasta llegar a mi feminidad, mi respiración desaparece cuando siento que me acaricia con su nariz, cierro los ojos y me arqueo, me quita la braga y finalmente siento su lengua juguetear con mi centro, de gemidos pasé a gritos mientras enredo una pierna por su cuello y mis manos las enredo a las sábanas, después de un rato Karla sube con besos y cuando llega a mi boca entra en mí con dos dedos, muerdo su labio inferior y sonrío de lo feliz que me siento, comienza con lentos movimientos pero con ayuda de los movimientos de mis caderas se vuelve más rápida y los gemidos más fuertes hasta que llego al orgasmo y me desplomo exhausta, mi morena me va dejando besos hasta que baja de nuevo a mi entrepierna y limpia cada uno de mis fluidos.

Siento que otra vez me voy a venir y efectivamente unos minutos después vuelvo a llegar al orgasmo pero más intenso, escucho su risa y aunque trato de calmar mi respiración, su risa no permite que calme ni mi corazón, ni ninguna parte de mi cuerpo. Amo intensamente cada parte de Karla Victoria Parmesino Faez, es su mirada que cambia dependiendo del momento, puede ser tan tierna como tan fiera, es su risa y sonrisa, es su cuerpo tanto con ropa como desnuda, es todo de Karla y si vamos a sus sentimientos sé que soy la persona más afortunada de este planeta.

Karla sube con besos hasta llegar a mis labios y el beso va de intenso hasta bajar y ser más delicado, más romántico, con más amor. Mostrándole en ese beso que nadie me ha hecho sentir todo lo que ella me hace sentir, nos alejamos y tomo sus mejillas para acariciarlas, sus ojos cafés brillan y mi corazón golpea con fuerza, sonrío y la atraigo otra vez para besarla nuevamente, un gemido sale de sus labios y de un impulso me giro y estoy ahora encima de ella.

-Amo hacerte el amor y con nadie me había sentido así, jamás – digo y su sonrisa es más ancha –
- Ni yo – susurra y me roba un beso – te amo tanto – susurra y le doy un casto beso –
- Te amo mi morena bella – susurro y se ríe para abrazarme –

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