20.

436 36 5
                                        

Alejandra

-Hola – saluda Víctor frente a mi puerta y sonrío de lado –
- Hermanito – chillo y lo abrazo –
- Que bueno tenerte aquí – dice Santos a mis espaldas y me alejo de Víctor –
- Entra – digo y lo jalo para entrar al departamento –

Cierro la puerta y me giro para acercarme hasta la sala, veo a Santos ofrecerle una cerveza a Víctor y el rubio acepta, va por tres cervezas y Santos y yo tratamos de no hablar sobre Karla, sé que para Víctor no es fácil y realmente pensé que con los años se le pasaría lo que siente por mí pero la realidad es otra.

Paso el resto del día con mis amigos y hablamos de todo un poco, nos reímos mientras recordamos sobre el liceo y también lloramos cuando recordamos a Daniela y a John, nunca podremos dejar de sentir tristeza cuando de Daniela se trata y ahora con John tampoco, pero sabemos que hay muchas cosas buenas entre tantas malas que nos hace sonreír y con esas nos quedamos.

-Yo voy – avisa Santos y yo me quedo con Víctor –
- Que bueno tenerte aquí – digo y asiente para abrazarme –
- Sí, que bueno tenerte aquí Víctor – me alejo del rubio y me pongo de pie mientras veo a Karla quién mira a mi amigo con odio –

Y cuando posa su mirada en mí siento un miedo que me cuela los huesos, esos ojos bonitos me miran con odio y siento que flaqueo, frunzo el ceño y me acerco a Karla, pero cuando estoy frente a ella esos ojos cafés se cristalizan y lo siguiente que siento es la cara a un lado después de una cachetada, cierro los ojos y por el dolor rueda una lágrima por mi mejilla.

-¿Qué te pasa loca? – grita Víctor y vuelvo la vista a Karla –
- Acércate – reta Karla – porque si tú has matado a mucha gente, sabrás que una mujer herida es peor que diez sicarios juntos ¿o no Alejandra Santiago? – pregunta con rabia y mi respiración se agita –
- Cálmate Karla – pide Santos mientras trata de tocarla pero la morena se aleja y me sigue mirando –
- ¿Cuándo me ibas a decir qué eres la asesina de mi papá? ¿Cuándo me ibas a decir qué tu amigo es quien le echó el susto a mi padre? – pregunta en un hilo de voz y mi corazón se rompe mientras la veo llorar –
- ¿Cómo sabes? – pregunto titubeante y se ríe irónica –

Karla me lanza en la cara un tipo de nota y cae al suelo, me agacho y la recojo, reconozco esa letra y me tenso, me giro y Víctor esta pálido, me acerco lentamente hasta quedar frente a mi “amigo” y baja la cara.

-¿De verdad? – pregunto mientras golpeó su pecho y cae al suelo –
- ¡Espérate! – me agarra Santos por las caderas –
- Estaba celoso – grita mientras se pone de pie y está llorando – sé que me acuse y puse la soga en mi cuello con esa nota pero es que sé también que ella no te merece, ya lo ves – responde y su voz se quiebra –
- ¿Sabes quien no me merece? – pregunto mientras me zafo de Santos y me acerco a Víctor – tú y lamento que haya sido John quién se murió porque él sí era mi amigo de verdad – digo y aunque quiero matarlo, no le daré ese gusto – vete de mi casa Víctor Alonso – digo entre dientes –
- Perdóname Alejandra – susurra y respiro agitada –

Lo agarro de la camisa y lo arrastro para sacarlo de mi casa, cierro la puerta con mi espalda y llorando caigo al suelo, siento a Santos a mi lado y me lanzo en sus brazos para llorar pero un carraspeo me hace reaccionar y el pelinegro me ayuda a ponerme de pie, le doy la cara a Karla y ella llora en silencio, me acerco cautelosa hasta estar a pocos centímetros y borro sus lágrimas.

-He luchado cada día de mi vida para no decirte la verdad y realmente me estaba muriendo porque te veía y sabía que no mereces estar con la asesina de tu papá – Karla llora más y aunque quiero abrazarla, me dolería su rechazo – eres demasiado para esta maldita mujer que no sabe amar sin hacer daño – susurro con la voz rota –
- ¿Por qué Alejandra? – pregunta y suspiro –
- Era mi trabajo y el diablo me amenazó de darle el trabajo a otro si no lo hacía yo y sabía que quienes trabajan con él son más sanguinarios que yo – respondo con la voz quebrada – incluso Víctor – susurro y desvía su mirada –
- No te quiero cerca de mí Alejandra – susurra y sonrío triste recordando a mi madre –
- Te amo Karla y si siento que estoy viva es gracias a ti porque tú le diste significado a esta triste vida – susurro y Karla me pasa por un lado –
- De nada vale meterte presa porque eso no me va a devolver a mi padre pero te suplico que no te me atravieses en la vida Alejandra Santiago – dice dándome la espalda y bajo la cara –

Mundos Diferentes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora