III

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𝐌𝐈𝐀

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𝐌𝐈𝐀

Había pasado ya una semana desde que había regresado a México y de que habíamos grabado la canción, sorprendentemente, Andrea había tenido razón y luego de estar con Miko a solas los versos comenzaron a salir por si solos, aunque la mayoría eran sin duda indirectas sobre esa noche, ahora solo faltaba buscarle un nombre y grabar el videoclip.

— Mia. — me llama Andrea, con tono preocupado.

— ¿Paso algo? —  pregunto al ver su expresión.

—  Daniel me está marcando. Otra vez. —  agrega mostrándome la pantalla de su celular, para después rodar los ojos con fastidio.  

Así habían sido los días desde que Andrea me mostro aquella foto. No había dejado de llamar y de tocar la puerta de mi casa en días, por eso mismo ahora tenía que quedarme en casa de ella hasta que las cosas se calmaran. Al menos ya se había dado cuenta de que estaba enterada de lo que había hecho. 

— ¿Segura que no quieres que vaya a buscarlo a su casa y golpearlo?

— Si, solo ignóralo. —  digo.

Asiente, colgando la llamada.

— Si fuera tú, yo ya hubiera salido a exponerlo en las redes. Debimos saber que era un gran mentiroso cuando se hizo famoso por actuar. No entiendo cómo aun no lo he bloqueado. — dice 

No podía reprocharle nada, después de todo yo tampoco lo había hecho, pues aún tenía muchas dudas de las que necesitaba una respuesta y él era el único que podía dármelas.

— Bueno, cambiando de tema — dice a la vez que una sonrisa burlona se dibuja en su rostro. Sabia a donde se dirigía esto — ¿ya vas a contarme lo que paso entre tu y Miko?

— No paso nada. —  miento, repitiendo las mismas palabras que le dije la primera vez que pregunto.

— No quieras verme la cara de tonta, Mia. —  dice aun sin quitar esa sonrisa — Vi cómo te miraba. Como tú la mirabas a ella, por no mencionar toda la tensión sexual que se sentía cuando las dejamos.

Miro en dirección hacia el piso en el que yo estaba sentada.

— Esta bien, si me acosté con ella. ¿feliz? — digo en tono de rendición.

Andrea se endereza de un brinco en el sillón en que estaba recostada, poniendo toda su atención en mí.

— ¿Que? —  pregunto. 

— No esperaras a que me quede tranquila, ¿cierto?  Quiero detalles. — agrega emocionada.

Yo la miro como si se hubiera vuelto loca.

— No voy a decirte nada, ya deja de ser tan chismosa. —  me quejo.

— Dime. — vuelve a pedir — ¿Como paso?

𝐃𝐎𝐍𝐓 𝐁𝐋𝐀𝐌𝐄 𝐌𝐄 || YOUNG MIKO ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora