IX

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𝐌𝐈𝐀

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𝐌𝐈𝐀

— Se que dijimos no es momento para hacer preguntas — hablo, acariciando su brazo— pero aun sigo sin saber cómo supiste donde vivo.

No sabía en qué momento habíamos terminado abrazadas en mi cama, solamente existiendo la una con la otra. Me sentía extrañamente cómoda con ella como con nadie más.

Vicki niega con la cabeza.

— No quiero hablar de eso ahora. — pide, escondiendo su cara en mi cuello. 

— Esta bien. — respondo cuando la siento dejar un beso con ternura sobre mi piel — ¿Cuánto tiempo vas a quedarte aquí?

— ¿Tan rápido me estas corriendo de aquí? — sentí su risa vibrar contra mí.

Niego con diversión.

— Además dijimos que ya habría tiempo para preguntas después. — agrega.

— Lo sé, pero necesito que me digas para planear algunas cosas para hacer contigo. — respondo.

Quería pasar tiempo con ella fuera de las actividades que hacíamos normalmente, nunca habíamos quedado fuera de cosas de trabajo o estos encuentros que ya se estaban haciendo costumbre. 

Aún necesitábamos hablar de esto.

—¿No te basta con tenerme en tu cama estos días? — murmura. Siento su mano bajar y rozar mi entrepierna.

Jadeo al sentir su tacto.

— Créeme que todo esto me encanta,  pero... — hago una pausa cuando uno de sus dedos entra en mi — me gustaría hacer otras cosas.

— ¿Que cosas? — pregunta mientras mete un segundo dedo, aumentando a su vez las embestidas.

— Vic, es tarde. — digo en todo de advertencia, con la respiración agitada.

Aún así sabía que no tenía intenciones de parar.

— ¿No deberías estar en tu hotel? Seguro Mariana debe estar preocupada. — agrego entre suspiros.

Al instante se detuvo.

¿Había dicho algo malo?

— No te estoy corriendo, solo era una pregunta.— intentó aclarar.

— Mariana no sabe que estoy en México. — admite, para luego sonreír inocente.

— Va a creer que te tengo secuestrada.

— Tengo todo bajo control, Jonuel me está cubriendo. — me tranquiliza — Pero por mi puedes ponerme en house arrest el tiempo que quieras, baby.

— Mientras Mariana no me meta una denuncia, puedes quedarte el tiempo que quieras.

Acerco su rostro para dejar un corto, pero tierno beso sobre sus labios.

Podía acostumbrarme a esto sin problema.

𝐃𝐎𝐍𝐓 𝐁𝐋𝐀𝐌𝐄 𝐌𝐄 || YOUNG MIKO ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora