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𝐌𝐈𝐀
Estaba bastante claro para todos que Vicky había tomado la iniciativa muchas veces desde que nos conocimos, creía ya era hora de que yo hiciera lo mismo, así que en cuanto sugerí la idea de ir a la playa, solo pensaba en una cosa: le pediría a Victoria que fuera mi novia.
Aunque actuábamos como si ya lo fuéramos desde hace mucho, quería hacer las cosas bien.
Nos lo merecíamos.
Pero para todo esto necesitaba un poco ayuda, así que después de hablar con Victoria, invado el cuarto de su mejor amiga para contarle acerca de mi plan.
— Aún no estoy muy segura, pero podría escribirle una canción. — propongo dudosa. Era la única idea clara que tenía hasta ahora.
Nos habíamos conocido gracias a eso, así que la verdad, me parecía la mejor forma para hacerlo.
— Me gusta. — dice Mariana, sincera —Le puedo decir a Mauro que te ayude, él sabe más de eso que yo.
— ¡Si, por favor! — exclamo.
Mari se ríe de mí.
—¿Vas a necesitar algo más?
Me pongo a pensar unos segundos, seguía sin tener muy en claro lo que iba a hacer. Lo más seguro era que terminara improvisando, sin embargo, no me iría de ese lugar sin que Victoria fuera mi novia.
— Tal vez algunas velas y rosas. — agrego sin más — También podría regalarle algo.
Ella asiente.
— Tratare de conseguirlo sin que se dé cuenta. — contesta.
— En verdad te lo agradezco. — digo, esto habría sido más difícil si lo hubiera hecho por mi cuenta.
—No tienes que, haces feliz a la baby, es lo menos que puedo hacer. — habla Mariana.
Sonrió agradecida.
Victoria era la mejor persona que conocía.
Era lindo ver que Victoria estaba rodeada de tanto amor y sin duda se lo merecía más que nadie.
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