CAPÍTULO 33 TU PRIMER ORGASMO

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—Por fin de vacaciones — festejo Milen alzando los brazos al cielo en cuanto se subió al auto de Itzam.

Itzam le prometió que después de navidad la llevaría de vacaciones y celebrarán año nuevo en donde ella quisiera. Y aunque estaba feliz con ello, le entusiasmaba más la idea de lo que podía pasar entre ellos.

Pesé a que vivían juntos y los niveles de sus besos y caricias escalaron a niveles significativos, no dormían juntos, mucho menos tenían relaciones, Itzam seguía renuente a acostarse con ella.

Según Milenka las razones que Itzam le daba eran pretextos sin sentido y todo se resumía a que ella era más chica que él; pero ella como otras veces estaba decidida a demostrar qué era toda una mujer y el viaje era el escenario perfecto para seducirlo.

Él deseo que Itzam sentía por ella iba más allá de sí mismo, desfogar sus ganas podía hacerlo con cualquier mujer y Milenka no era cualquier mujer. Hacerla suya era más que solo satisfacerse, se convertiría en el primer hombre en su vida, a su parecer ella no era consciente de que le estaba entregando su pereza, quien nunca tuvo reparo en obtener lo que quería de una mujer y luego perder el interés en ellas.

Fue lo que pasó con la hermana de Samuel, en un inicio Itzam se sentía muy interesado en ella, por un momento llegó a creer que estaba enamorado, la chica en verdad era encantadora, inteligente, cautivadora, no obstante, una vez que se entregó a él, sin explicación perdió el interés, a los ojos de Itzam se volvió igual que todas las demás.

No la culpó por su puesto, fue como si un interruptor se apagará dentro de él y por respeto a la decisión de ella de elegirlo como su primero, le habló con la verdad y se disculpó de todas las formas qué le fue posible, nunca fue su intención decepcionarla ni mucho menos aprovecharse de ella.

Su más grande miedo era que le pasara lo mismo con Milen, la deseaba, pero sabía que el deseo no era suficiente, nunca se perdonaría el dañarla, como lo hizo con la hermana de Samuel.

Para empeorar las cosas cada día que pasaba con ella se volvía más y más difícil era cuestión de tiempo para que se dejara llevar y eligiera el camino del pecado, la pasión.

—Por fin no tendré que verle la cara a Samuel cada vez que vengo por ti— exclamó Itzam.

— Estoy segura de que él está más agradecido — cada vez que Itzam la dejaba en la escuela se despedía de ella con un apasionado beso de la misma forma era cuando la recogía. Mandaba un mensaje directo y claro a aquellos que quisieran acercarse a ella, incluido por supuesto, Samuel Doecchi. Milenka era suya.

—Le advertí qué la pasaría muy mal y no quiso escucharme— afirmó con altanería.

—Así que me usas — reclamó fingiendo indignación.

—También me encanta besarte, es un plus— bromeó guiñándole un ojo.

Milenka se lanzó a besarlo, la volvía loca cada vez que sonreía, además estaba deseándolo desde que se subió al coche.

— Tengo que ir a la oficina a terminar unos pendientes, ¿te gustaría acompañarme?

—¡sí, me encantaría! — era la primera vez que la invitaba a la oficina, por supuesto que no le rechazaría.

No tuvo oportunidad de ver mucho del lugar, al bajar del coche tomaron el elevador privado directo a su oficina, fuera de esta se encontraba la famosa Lucy, aquella que le compro ropa de bebé.

Él trayecto hasta la oficina era largo, así que Itzam y Milen aprovecharon el tiempo para besarse y toquetearse; cuando las puertas del elevador se abrieron Milenka tenía enredada una de sus piernas en la cintura de Itzam, mientras que este apretaba con fuerza su trasero por debajo de la falda escolar el rostro de Lucy era todo un poema.

OSCURA INOCENCIA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora