CAPÍTULO 45 LA VERDAD ES MÁS CRUEL QUE LA MENTIRA

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—- Eres divina — exclamó Itzam en un jadeo maravillado, con la imagen de Milen montada sobre él, contoneando su cadera, sus labios entreabiertos, jadeando su nombre, el ligero sudor sobre su frente y el rubor en sus mejillas lo volvía loco, llevando al extremo más alto de placer.

Clavo sus dedos sobre sus glúteos acelerando el ritmo de ella. Un calor delicioso comenzó a cubrir el cuerpo de Milen, anunciando su explosión, rodeo con sus brazos sobre el cuello de Itzam afianzando su agarre antes de desmoronarse, sus pechos descubiertos bamboleaban justo en el rostro de Itzam quien no tardó en atrapar uno con sus labios, aquel gesto arrancó de tajo la cordura de Milen, el temblor de su cuerpo anunció su orgasmo, Itzam no tardó en alcanzarla y manos se desmoronaron juntos.

Con el mar de fondo y la suave brisa acariciando sus cuerpos desnudos, itzam y Milen hacían el amor a su antojo, llevan casi una semana refugiados en la paradisíaca playa Horseshoes en Islas Bermudas, la tonalidad rosada de sus playas la vuelve una de las mejores playas del mundo.

— ¿A qué hora llegan Noah y los demás? — preguntó Milen recobrando el aliento.

Al separarse de Itzam dejó una sensación de vacío en ambos.

— En dos horas — respondió él, observando cada detalle del cuerpo de Milen, mientras esta anda por la habitación buscando la bata de baño para cubrirse.

Como si un chip se accionara en su mente, la joven detuvo su andar repentinamente. Giró su cuerpo lentamente hacia Itzam, este ya estaba envolviendo una toalla de baño en su cintura.

— ¿Qué pasa? — inquirió Itzam al notar la extrañeza de su comportamiento.

— Tenemos dos horas — Milen clavó su mirada azulada en él. Sus pupilas se volvieron líquido espeso de deseo.

— Por dios, Milen — Exclamó Itzam sintiendo cómo cada vello de su piel se erizaba instantáneamente al sentir la mirada de Milen sobre él — Me encanta hacer el amor contigo, no me importaría morir haciéndolo; pero no has comido casi nada, temo qué ruedas colapsar en cualquier momento.

Durante los últimos días, literalmente, su alimento consiste en besos y caricias, ocasionalmente un bocadillo.

— Amo la sensación de sentirte dentro de mí. Te amo a ti — expresó todo el anhelo en su voz — ya tendremos tiempo de comer cuando los chicos y Ramona lleguen, quiero disfrutar de ti un poco más — sus manos ya se encontraba acariciando el pecho desnudo de Itzam.

El líder de los Balcab se impresionaba con la forma en que Milen lograba arrastrarlo a sus deseos sin necesitar mucho esfuerzo, un simple roce, una sonrisa, esa mirada brillante y lo tenía rendido a sus pies.

Aunque no lo dije en voz alta, él también deseaba disfrutar de ella todo el tiempo que pudiera, a decir verdad sus amigos a un no llegan y él ya estaba deseando que se fueran para poder seguir disfrutando de Milen a sus anchas y sin restricciones.

Deseaba no recordarlo, pero cada día se acercaba más a la revelación del testamento y con él la incertidumbre de saber qué pasaría con Milen y él. Una extraña sensación de que el tiempo a su lado se agotaba, lo invadía cada vez que recordaba aquel acontecimiento, por eso procuraba no hacerlo, abstrayéndose en Milen, su cuerpo, sus caricias, su calidez y su amor.

— Te ves más delgada — señaló Ramona en medio de una son risilla picarona.

— No entiendo por qué he estado muy satisfecha estos días — Milen había perdido un poco de pudor, ya no se sonrojaba tan fácil por los comentarios de doble sentido que hacían sobre ellos.

— Estoy segura de que sí — Ramona sonrió con complicidad.

—- ¿Qué tal la luna de miel tortolitos? — inquirió Eliot abrazado a la cintura de una rubia despampanante.

OSCURA INOCENCIA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora