CAPÍTULO 29 VERDAD O RETO

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— ¿A qué hora llegaste? — preguntó Milenka a Itzam, este se encontraba bebiendo café en la cocina mientras revisaba su tablet, como lo hacía todas las mañanas.

— Tarde — respondió él sin más detalle.

— ¡Ahh! — se quejó Milenka al incorporarse del sofá.

— ¿Estás bien? — preguntó Itzam con un tono natural.

— Si, solo un poco adolorida, este sillón no es tan cómodo como parece — respondió mientras estiraba su cuerpo.

Después de que Noah la dejo en el departamento, no podía dormir, tenía demasiadas dudas, la actitud de Itzam y la información que Noah reveló no coincidían; pero como ella siempre elegía lo más conveniente para sí misma, Milenka decidió confiar en lo que Noah le conto, así que dispuesta a comprobarlo esperó a Itzam hasta que se quedó dormida en el sofá.

Por la mañana el olor a café y falta de sutileza de Itzam al maniobrar los utensilios de la cocina, la despertaron.

<< Espera, ¿me ha respondido normal?, ¿me ha respondido? >> se preguntó sorprendida, por primera vez en meses Itzam no le respondía de mala gana o con un monosílabo. Esperando que no fuera una impresión suya, Milen decidió comprobar una vez más.

— ¿No irás a la oficina? — preguntó al notar que Itzam vestía de forma relajada, jeans azul oscuro, que se ajustaban perfectamente a su cuerpo, detallando de forma exquisita los músculos de sus piernas y su increíble trasero y ni qué decir de aquella camisa beige de tela delgada que dejaba entrever que no traía nada más abajo y exponía sutilmente las líneas de su bien trabajado abdomen.

<< Dios, ¿por qué me torturas así?, seguramente porque fingía rezar en la misa de la mañana. madre mía esta buenísimo >> suspiraba mientras Itzam dejaba una taza de café sobre la mesita de centro frente a ella.

— Toma, así despiertas más rápido.

— Demonio sal de ese cuerpo y devuelve a Itzam... o tal vez ya se te salió —concluyó ella. La joven desconocía la amabilidad en él.

— Qué tonterías dices — la reprendió Itzam.

— Tu no me dejas tomar café, ¿estás enfermo? —alegó.

— No, es para celebrar — respondió él con malicia.

— ¿Celebrar qué? --- preguntó ella confundida.

— Que ya está un paso más cerca de convertirte en mujer — respondió Itzam en medio de una pícara sonrisa.

<< Se refiere al beso>> Milenka enrojeció al instante.

— Si ya terminaste de sufrir combustión espontánea, ve y alístate vamos a salir — ordenó mientras se deleitaba con las mejillas enrojecidas de Milenka.

— Creo que tenemos cosas de las que hablar — contradijo recobrando la cordura, no dejaría pasar la oportunidad de hablar con él sobre el beso.

— No, no recuerdo ninguna razón por la que tengamos que hablar — respondió encogiéndose de hombros.

– Ahora fingirá que no paso nada, porque no me sorprende.

— Claro que tenemos algo de qué hablar — insistió Milen poniendo los brazos en jarra.

— ¿así?, ¿de qué? — inquirió con suspicacia él

—Pues ya sabes — Milenka no se atrevía a decirlo en voz alta.

— No, no lo sé — Itzam buscaba obligarla a decirlo.

— Por favor Itzam, si lo sabes — estaba perineo la paciencia.

OSCURA INOCENCIA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora