CAPÍTULO 28 NUNCA OLVIDARAS QUE FUI EL PRIMER HOMBRE EN BESARTE

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Cuántas mujeres había besado Itzam en su vida, muchísimas y nunca experimentó placer más grande como el que sentía en ese momento, el mundo junto a todos sus prejuicios desapareció en el preciso instante en que sus labios se unieron a los de Milenka.

Solo basto con que ella confesara su deseo por que fuera él quien la besara por primera vez, para que Itzam derrumbara todas las barreras que él mismo interpuso entre ambos, bastó con que la besara para que se derrumbara el mismo a sus pies.

La inexperiencia de Milenka pasó desapercibida, trascurrieron apenas segundos antes de que la joven se amoldara a los labios de Itzam y le siguiera el ritmo dejándose guiar por su experiencia, mientras tanto Itzam, chupaba y mordía, disfrutando al máximo de cada milímetro de los labios de ella.

Tomó entre sus manos el rostro de Milenka para profundizar el beso, al mismo tiempo que ella lo abrazaba por la cintura, ya no le bastaba con solo la tibieza de sus labios, ansiaba el calor de su cuerpo, el mismo calor que corría por el suyo y que comenzó a incrementar su temperatura.

Un rugido ahogado salió de la garganta de Itzam cuando la lengua traviesa de Milen se coló dentro de su boca, invitándolo a intensificar el beso. Sus manos bajaron hasta la cintura de ella, dio un par de pasos hasta que la espalda de la joven chocó con el vitral. Ella echó su cadera hacia el frente amoldándose perfectamente al cuerpo de Itzam.

Aquello ya no era un simple beso, estaba tomando un camino peligroso y ambos se dieron cuenta cuando la hombría de Itzam reaccionó ansiosa por más. Itzam se separó de Milenka, sintiendo como si una mano le atravesara el pecho y le arrancara de tajo las entrañas, aun así, no podía dejar que avanzara más, podrían pasar cosas que aún no estaban listos para afrontar ni él ni ella.

La imagen de ella con los labios hinchados y enrojecidos por aquel primer beso, perdurarán en su memoria de por vida y él hombre no podía estar más orgulloso por ello.

— ¿Qué acabas de hacer? — preguntó Milenka, aturdida tocó sus labios donde aún podía sentir los labios de Itzam.

<< Marcarte como mía>> respondió su subconsciente << Mierda, me estoy convirtiendo en un animal >> se reprendió él mismo

— Quiero asegurarme de que cada vez que te besen, me recuerdes — sonrió triunfante — Nunca podrás olvidar que fui el primer hombre en besarte — exclamó soberbio.

—¿Por qué? — la voz de Milenka apenas y se escuchaba, seguía en shock, entre la realidad, la emoción surrealista de su sueño cumplido y la duda del por qué Itzam la había besado.

<> pensó mientras daba un paso más lejos de Milenka combatiendo las ganas de besarla de nuevo.

— Por que quise y por qué puedo — aseveró Itzam — No creas lo que dice el imbécil de Doecchi, yo y cualquier hombre podemos darte lo que quieres — aclaró.

— ¿Por qué no la haces entonces?, no aceptas lo que ...

— No quiero — la atajó Itzam antes de que dijera alguna cosa más que lo hiciera perder el control de nuevo, se encontraba en un estado demasiado vulnerable — Porque no quiero— rectificó, dejando a Milenka sin palabras.

<< ¿Cuántas veces me va a romper el corazón>> lamentó en su interior.

— No me mires así, es por tu bien — pidió él.

— Quiero irme — dijo ella mientras le daba la espalda. Necesitaba poner su mente en claridad, meditar en lo sucedido, emocionarse o llorar si era necesario y no estaba cómoda en aquel sitio.

OSCURA INOCENCIA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora