CAPÍTULO 12 OLVIDADA

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CAPÍTULO 12

OLVIDADA

—Estarás bien, tranquila — la animó Rigo al verla jugar nerviosa con sus dedos.

— No puedo evitarlo — parecía a punto de sufrir un ataque de pánico — ¿Y si no les caigo bien? Yo no sé cómo convivir con chicos. Seguramente harán preguntas sobre mi familia.

— Oye, no tienes de qué preocuparte. Lo repasamos muchas veces. Eres mi sobrina lejana, Milenka Sorni — desde ese día, Milenka usaría el apellido de Rigo, así no llamaría la atención sobre su origen — Vienes de un internado de monjas, eso es verdad.

— Todos sabrán que soy huérfana y será como en el convento — alegó con tristeza.

— No, no será como en el convento. No tienes por qué darles explicaciones — al notar el estado ansioso de Milenka, Rigo decidió llamar a Itzam. Sabía lo mucho que la joven deseaba que él la acompañara en su primer día a la escuela, sin embargo, el joven Balcab se rehusó rotundamente. No quería llamar la atención como el tutor de Milenka.

— Por favor, lo necesita. Está muy intranquila — dijo el abogado al teléfono — Toma, quieren hablar contigo — le tendió el teléfono a Milenka, quien lo miraba confundida.

— Hola — dijo ella.

— ¿Qué te pasa? — el tono de arrogancia en la voz de Itzam era inconfundible.

— Tengo miedo — confesó ella.

— Solo son mocosos igual que tú. Ahora que lo digo, creo que yo también tendría miedo.

—Itzam, eso no me ayuda — le reprochó ella.

— ¿Quieres regresar al convento? — preguntó él de pronto.

— No, claro que no — aseguró ella.

— Entonces, compórtate — le ordenó.

— Está bien — no fue la conversación más animada; pero por lo menos la había distraído. ¿Quién se iba a preocupar por un montón de adolescentes cuando se tenía a Itzam como tutor?

Milenka le devolvió el teléfono a Rigo — Tenías que animarla, no asustarla — alegó el abogado — espero tengas razón... muy bien se lo diré.

— ¿Decirme qué? — quiso saber Milen en cuanto Rigo terminó la llamada.

— Itzam vendrá a recogerte — una enorme sonrisa apareció en el rostro de la rubia al escuchar eso.

— ¡Es tan lindo! — exclamó muerta de amor por él. Rigo la miró como si estuviera loca. Itzam era un ogro con ella y aun así, Milenka lo seguía viendo como su príncipe azul.

— Es hora, andando — Rigo la acompañó hasta la oficina del director. Luego de las presentaciones, la chica fue llevada hasta su salón de clases.

La escuela nueva no era nada parecida al convento. Si bien compartían un cierto aire antiguo, en este lugar no se sentía asfixiada y alejada de la realidad.

Un edificio antiguo de cuatro pisos y cuyos pasillos colgaban banderillas que resaltaban la inscripción "Colegio de León" con letras doradas y un par de leones a los costados como resguardando aquel título.

Durante el breve recorrido que Milenka recibió, se encontró con que el colegio contaba con laboratorios, sala de cine, biblioteca, cafetería, auditorio y espacios al aire libre para practicar distintos deportes.

La hora de la verdad había llegado para ella. Era el momento de enfrentarse a sus nuevos compañeros de clase. Al ingresar al salón, todos se encontraban con vista al frente, enfocados en lo que el profesor explicaba en el pizarrón.

OSCURA INOCENCIA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora