CAPÍTULO 38 REVELACIONES

32 6 0
                                    

— ¿A qué viene eso ahora? —

preguntó confundido Itzam.

— Responde — exigió una vez más

ella.

Cómo podía responder cuando ni él

mismo estaba seguro, solo sabía que prefería morir antes que perderla.

— ¿Qué soy yo a lado de tus

privilegiadas?

— No te rebajes poniéndote a su

nivel, ellas no significan nada para mí — aseguró Itzam.

— Entonces por qué las conservas,

¿son tu respaldo por si te cansas de mí?

– Pero que tonterías estas diciendo

— reclamó Itzam – eso es lo unico que ese idiota quería, ¿verdad? llenarte la

cabeza de humo en contra mía, nada de lo que pudo haber dicho es verdad.

— No es verdad entonces que la

zorra de Emilia es tu nueva adquisición como privilegiada— reclamó.

— ¡No!, ¡No lo es! — estalló Itzam

— A esas chicas no las he visto desde hace meses, no las he tocado desde que

llegaste a mi departamento, si no lo hice en ese entonces en los que tú y yo no

éramos nada, ¿qué razón tendría para hacerlo ahora?, no me interesan.

— Porque yo soy suficiente mujer —

respondió ella con tristeza agachando su rostro, avergonzada por no tener la

experiencia suficiente que Itzam buscaba en una mujer.

De una zancada se acercó a

ella y la tomó por el rostro — teniéndote a ti no las necesito — le aseguró

mirándola a los ojos.

— No me mientas por favor ...

— No lo hago — se apresuró a decir.

— Ni hoy ni nunca, si en algún

momento no sientes los mismo que yo, dímelo a la cara, no me engañes, te juro

que no diré nada y me iré de tu lado en silencio; pero por favor no me engañes,

Itzam — la sola idea de ella alejándose de él para siempre le destrozaba el

corazón.

— No soy el mejor de los hombres y

sin duda alguna no te merezco; pero eso no significa que no pueda rectificar

mis errores del pasado, todo esto que me pasa contigo es también una primera

vez para mí, estoy entendiéndolo, aceptándolo, no sé cómo hacerlo — admitió.

— Eres plenamente consciente de lo

que estás diciendo — señaló ella.

Itzam cerró los ojos al mismo tiempo que

recargaba su frente sobre la de ella y suspiro pesadamente, no tenía

experiencia en relaciones que involucraran sentimientos y no fueran solo sexo,

placer y perversión, así que buscaba las palabras correctas para expresarle as

Milen lo que sentía por ella.

OSCURA INOCENCIA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora