Capítulo 8

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-Que es lo que se le ofrece? - pregunto Lucy gray hostil.
-Volver a burlarse de mi y humillarme? No señor Snow, usted a manchado mi nombre mas de lo que cualquier hombre lo ha hecho... Y creame que muchos lo han hecho. - dijo sin mirarlo a los ojos.

-Porque me hablas de usted? ¿Que no era cariño? - pregunto directo.

-Bien ha dicho, era. Pero usted se ha encargado de matar completamente los sentimientos que tenía por usted. - dijo por fin mirándolo a los ojos, aunque sus duras palabras le cayeran como balde de agua fría.
Coriolanus la tomó del rostro impulsivamente.

-No me hables de usted, Lucy gray. - dijo buscando sus ojos.
-Suelteme!!! - grito jaloneandose para liberarse.
-No me digas usted. Y por favor perdoname, pero si me das tiempo para explicarte, te reirás de esto conmigo. - dijo luchando con ella.

-Suélteme! - grito Lucy gray liberandose de sus manos.
Se acomodó sus rizos otra vez, y lo miró a los ojos.
-Le doy cinco minutos, no más. - dijo sería.

-Gracias! Verás... - dijo contento.
-Pero ahora no, venga mañana después de la escuela, si llega tarde, me aseguraré de que no vuelva a verme en toda su vida. - y dicho eso, volvió a abrir la puerta, dejando ver a una chica alta con cabello oscuro, que lo miró mal.
tal vez era su otra prima.
-Te veo mañana! - grito Coriolanus, pero Lucy gray ni siquiera se volteo.

Al día siguiente, Coriolanus salió de la escuela lo mas rápido que pudo.
Pero antes de que se fuera, Sejanus lo había amenazado y preparado lo más que pudo.
Ensayaron una y otra vez lo que le diría a Lucy gray, pues aunque no la conocían totalmente, se veia que con ella, si una duda quedaba en el aire, ella se iría.

Sejanus se ofreció a llevar a su amigo al mismo restaurante del dia anterior.
Antes de bajar Coriolanus sentia una extraña sensación al pensar que al fin podría hablar con ella.
-Como me veo? - pregunto Coriolanus nervioso?

Sejanus lo miró con una sonrisa divertida.
-Te ves muy bien amigo, tranquilo, solo le explicaras lo que pasó, no es asi? - pregunto Sejanus.
-Si, claro, debo irme. - dijo Coriolanus bajando del coche de Sejanus.
-Quieres que te espere? Te dio cinco minutos. - dijo Sejanus.

-No,mejor vete, no creo que dure cinco minutos. - dijo cruzando los dedos mentalmente.
-Bien, te veo después. - dijo Sejanus dejándola enfrente del restaurante.

Coriolanus entró al lugar, y preguntó por la muchacha.
-Debe estar en el jardín trasero, le gusta practicar allá atrás. - dijo la persona que daba las reservaciones.
-Y como llego allá? - pregunto Coriolanus comenzando a desesperarse un poco.

-Es hasta el fondo, señor. - dijo la chica volteandole los ojos.
Entonces molesto y algo perdido (el restaurante era muy grande) siguió caminando "hasta el fondo" y dio con una pequeña puerta.

Fastidiado por la actitud de la recepcionista, abrió la puerta, y logró llegar al jardín.
Salió rápidamente del restaurante y cerró la puerta.

Entonces la vio, estaba sentada en un pequeño blanquito, con la guitarra.

Aun por atrás era bonita esa chica. Pensaba Coriolanus.

Se deshizo de esos comentarios en su cabeza, y se acercó a ella.
Según él iba lo mas silencioso posible para no interrumpirla mientras cantaba, pero al parecer no era tab silencioso como creía, porque cuando estuvo a cinco metros de ella, Lucy gray se giró.

-Llega tarde señor - dijo sería, dejando la guitarra sobre sus piernas cruzadas.
-Si, lo sé, pero la recepcionista no ayudaba para nada. - dijo volteando los ojos.
-Hoy no es su día. - dijo Lucy gray invitándolo a sentarse con ella.

balada de los trágicos amantes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora