Ódiame Hasta Que Me Ames [Appleradio] AU

I - "Neblina en los Recuerdos"

Lucifer deseaba que todo aquello no fuese más que una maldita pesadilla, o cómo podría llamarle al acta de matrimonio que sostenía en sus
manos.

La llamada de teléfono que lo había despertado lo dejó en un estado de confusión el cual solo empezó a desvanecerse a medida que iban
trascurriendo las horas y su mente racional volvía a tomar el control.

Volvió a mirar por enésima vez la alianza que brillaba en su mano derecha, un mudo recordatorio de la metedura de pata que había cometido. La maldita boda no estaba muy clara en su memoria, solo recordaba haber caminado con alastor por los pasillos del hotel y encontrarse con otra pareja, alguien había mencionado la palabra
matrimonio... ¿él? No... ni siquiera estaba seguro, recordaba las risas de
ambos y entonces aquella capilla infernal de alguna iglesia de la ciudad con ... Paimon , Asmodeo y un duendecillo sonriendo estúpidamente, pero por el momento el recuerdo más claro era el de alastor entre sus brazos, pegando su flexible y apetitoso cuerpo al suyo, devolviéndole el beso cuando había firmado los votos nupciales.

Lucifer gruñó en voz baja, había asistido a la fiesta de inauguración del hotel en busca de diversión y unos días para convivir con su amada hija y termina acostándose con alastor, que ahora estaba atado a él de la manera más irresponsable.

Contuvo una maldición, echó mano al interior de su chaqueta blanca, extrajo un doblado sobre oscuro con la imagen del anillo de la lujuria y lo abrió comprobando que estaban uno de los papeles del maldito contrato de la boda. Aquello no podía ser más que otra jodida broma, no había otra explicación. Lentamente repasó cada uno de los cinco puntos especificados en la solicitud, de alguna manera estaba seguro que alastor no tenía la menor idea de que habían sido escritos, o al menos, de que hubiese alguien que iba a hacerlos realidad hasta sus últimas consecuencias, sonrió con diversión al imaginar la cara del ciervo si se enterara de lo que esta escrito en el elegante contrato.

Devolvio el papel al interior del sobre, dejó que su mirada vagara por su habitación surfeando en busca del recuerdo del pelirrojo en el lugar. Las imágenes más claras en su nublada memoria eran de una piel aterciopelada contra las sábanas oscuras, suave, cremosa bajo sus labios, el sabor de la más dulce miel derramándose entre los muslos que había lamido con glotonería, todo ello entre sábanas de seda, la misma ropa de cama con la que sea despertado, con un soberbio dolor de cabeza, y ciertas dificultades para hilar pensamientos coherentes.

No dejaba de ser curioso que
recordara precisamente las medias del ciervo, y no pudiese concretar exactamente como sucedió.

Jamás iba a volver a probar una maldita gota del champán infernal, aquel líquido rosáceo y con burbujas había conseguido algo que la naturaleza no había logrado en miles de años, emborrachar a un ángel caído.

Suspiró, miro su teléfono para saber de quién era la llamada que había ignorado. ; "Asmodeo ".

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Ahora, de pie al otro lado de la puerta de la oficina de asmodeo sintiéndose incómodo al escuchar los gemidos de que provenían del interior, su mente conectó con otros gemidos, unos mucho más suaves,los de alastor.

El grito de desahogo demoníaco se adueñó en la oficina, unos segundos después la puerta se abría, dejando salir a un pequeño bufón que sorprendido y asustado se inclino haciendo una torpe reverencia, teniendo un valor despavorido se limitó a mirarle con una sonrisa nerviosa antes de seguir su camino.

Su majestad, ¿Va a esperar a una segunda ronda, o piensa entrar? - exclamó risueño el señor de la lujuria.

Asmodeo permanecía sentado en el asiento tras el enorme escritorio sobre el que se amontonaban papeles y expedientes todos pendientes de
su atención. Señalando una de las sillas frente a él, lo invitó a pasar y sentarse con una gran sonrisa y la mano en la cabeza, dejando claro que no era el único con dolor de cabeza.