XII- "No puedo tener suficiente"

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Debería volver al hotel,coger una bolsa y ponérmela en la cabeza por el resto del día .- masculló entrecerrando los ojos avergonzado al ver a ese par deambular por centro comercial justamente en la sección más incómoda que era posible.

Por qué había aceptado que lo acompañarán. Solo sería víveres, alimentos para el hotel y los futuros visitantes de Charlie y Rosie. Cómo es posible que su ruta haya cambiado tan drásticamente.

"Si no fuera por la araña seguro estaría revisando la calidad de los vegetales en otra zona más decente."

Sonrisas,sería una delito ocultar ese lindo rostro de la vista.- dijo con picardía.-ademas mirá la variedad de colores.- suspira emocionado.- los encajes son tan hermosos.-la voz de la araña lo hizo consciente de su actual compañía, que solo se giró para dedicarle una furiosa mirada antes de responder entre dientes.

¿Seguro que no quieres regresar al hotel junto con su alteza?.Yo puedo terminar con las compras faltantes.

Y perderme de está gran oferta.- sonrió ampliamente mientras estiraba delicadamente una tanga roja.- ¿crees que le guste al gatito?.- se coloca la prenda encima de su ropa, en un intento de medir la diminuta tela sobre su cuerpo.

Se supone que venimos a comprar alimentos, no tus armas de seducción personal.- respondió avergonzado y agotando la poca paciencia que tenia.- ¡Y como demonios crees que yo voy a saber que le gusta a husk!.- su rostro estaba tan rojo por la vergüenza al ver a todas esas demonios a su alrededor tomando prendas y mirándolo de reojo.Si duda la boutique estaba en todo su apogeo, las ofertas habían traído la atención de todas aquellas damas que destilaban pasión y seducción por las venas.

"Por qué me deje arrastrar hasta aquí."

O vamos sonrisas no te pongas celoso, te modelare algunos conjuntos si te portas bien.- Odiaba aquella sección... en realidad... odiaba todo el centro comercio en éste momento,esas miradas de otros clientes puestas en él, solo rogaba internamente que nadie tomará una foto y malinterpretara su presencia en el lugar, que explicaciones daría; "¡Oh solo estoy aquí por que me vi arrastrado por una estrella porno y la curiosidad de su majestad!". ¡NO!definitivamente nadie le creería.-además papasito no se ah quejando.- le recordó la presencia ausente del rubio, hace un rato que no lo había escuchado quejarse.

Chasqueo con frustración. Ahora ya sabia que odiaba mucho más, era incómodo ver a todas las dependientas revoloteando al alrededor como abejas en un panal de miel sobre lucifer. ¿sentía celos?,¡No! Claro que no, ¿Por qué sentiría algo? Solo era disgusto. No celos.

Molestia, especialmente cuando el rubio lo señalaba a él disimuladamente, y los gestos de sorpresa, incredulidad y las miradas valorativas que no conseguían disimular aquellas damas tendían a ponerlo incluso de un peor humor.

"Las odio a todas".

"Qué tanto me ven"

"Malditas brujas,oportunistas.."

"Quiten sus manos de él"

"Suplicaran piedad cuando me encargue de ustedes.."

Su mirada volvió nuevamente al angel rubio de ojos dorados que se movía con letal elegancia en la sección de lencería. Se movía realmente con una soltura y seguridad que empezaba a ponerle los pelos de punta, sus manos recorrían las prendas sin llegar a tocarlas, solo admirándolas, sacando las perchas solo para volver a introducirlas,desechando las sugerencias de las dependientas al tiempo que le dedicaba a él rápidas y contemplativas miradas, sonriendo cuando veía su rostro impaciente.

Ódiame Hasta Que Me Ames [Appleradio] AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora