XIII- "Alejandose de cualquier mirada."

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Alastor se convenció de que el motivo por el que evitaba a Lucifer tras su regreso al hotel NO era por cuestión de cobardía, Si, no por cuestión de precaución, la inquietud que nació en él por la naciente curiosidad por descubrir que pediria lucifer a cambio de su petición, lo abrumaba bastante, aunque había algo que le decía que no le iba a gustar para nada esa respuesta.

"Déjame usar tú poder divino para mi propio beneficio."- le había dicho sin perder más el tiempo, a lo que el angel caído le sonrió tal cual demonio divertido.

La respuesta que le dió nose hizo esperar.- "Quiero algo a cambio" le guiño confidente, mientras lo recorría con la mirada para meditar el minucioso intercambio que iba a solicitar.

"No creo que me guste lo que quieras pedirme a cambio."

"Creo que no tienes opción si quieres alcanzar tú objetivo."- le respondió.

No hubo más palabras durante el recorrido, ni tampoco cuando empezaron a recibir a los invitados. Así que con el pretexto de las preparaciones de los alimentos que debían de dar, se marchó.

Había conseguido pasar desapercibido y él no se le había acercado durante un rato. Tal vez había comprendido al fin el mensaje.

"Tengo que prepararme, para cualquier capricho que mi "marido" me pida."-pero lucifer solo lo miraba divertido y sonreía cada vez que lo evitaba por la sala.

"Si lo que quieres es torturarme con la incertidumbre lo estás logrando."- éso fué lo que pensó el ciervo cuando se fue a esconder a la cocina, aunque la inesperada llegada de la araña lo sorprendió, angel le informó sonriendo y curioso que el Rey solicitaba su presencia, él deseaba verlo en éste preciso momento.

Dile a su majestad que estoy muy ocupado, que no tengo ganas de verlo y que no sea fastidioso- le dijo tranquilamente a Dust mientras él seguía concentrado en la preparación de los platillos.

Angel un tanto incómodo, frunció el ceño.- Sonrisas.. yo no puedo decirle eso.

Y no suavices mis palabras- informó Alastor sin escuchar el reproche.- Dile exactamente lo que te acabo de decir.- levanta la mano en señal de despedida para que esté se marchara con su respuesta.

La araña se giró a cumplir su cometido de mala gana, no tenía
muchas ganas de decirle al padre de Charlie que dejara de ser fastidioso, cuando a su parecer no lo estaba siendo. Agarro una charola de bocadillos para así alivianar el ambiente y se dirigió a la salida.

Espera pequeña arañita- interrumpió la voz de Rosie antes de que se marchara.- No le digas eso a su majestad, sólo mencionele pero cortésmente- alzo la voz para que su estimado la escuchará - que nuestro querido ALASTOR irá pronto y termine.- y así el arácnido obedeció.

Alastor no apartó la vista del platillo que elaboraba, ni cuando sintió la mirada desconcertada de rosie en él, solo respondió con un levemente: No lo creo, querida.

No puedes hacer semejante desplante ahora.- le había dicho entre divertida y molesta.-¿Quieres que su majestad piense que no tienes modales?- sonrió dándole dónde más le dolía, su orgullo.

Él no pensará eso, créeme.

Yo termino, ve a verle. Quizas sea algo importante.

Ódiame Hasta Que Me Ames [Appleradio] AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora