XXII- "La Visita del Guardia del más Alla"

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Alastor arqueó una ceja enfatizando su expresión.

¿Me seguirás todo resto del día?

Lucifer sonrió, no cabía duda que su esposo era realmente insistente
cuando se lo proponía.

Te cuido de los depredadores, querido. No se sabe que puede acechar en la oscuridad mientras no esté presente. NO QUIERO QUE ME ROBEN LO QUE MÍO EN MI PROPIA CARA.- Exclamó receloso.

La radio rio sutilmente. 

"Ese comportamiento era sin duda obra por el intruso de su habitación. Vox había movido los hilos del engrandecido ego de lucifer. Algo que hasta ahora le estaba resultado un poco gracioso, el "pequeño" rey no lo habia dejado ni por ningún momento solo."

Empiezo a pensar que te gusta que te maltrate.-suspiró, mirando de vez en cuando a su sombra de semblante molesto deslizandose con precaución por las paredes.- Siento decírtelo, pero, no te has casado con "una niña indefensa y mimada" a la que tengas que proteger de la oscuridad en cada momento.- camino sin detenerse portando orgulloso su nuevo bastón, acelerando el paso para dejar detrás de sí al rubio que solo le sonreía de lado.

Cosa que sin duda agradezco, pero no veo nada de malo en cuidar de aquello que veo hermoso y considero muy importante en mi vida.- Alastor entrecerró los ojos y examinó su reflejo entre las cristales de las ventanas de los pasillos, el cristal le devolvía su reflejo y en él pudo ver su propia sorpresa cuando una repentina idea atravesó su mente. Apenas lo había considerado, casi como una bofetada de la realidad por no pensarlo desde un inicio.

¡Un momento!..- se giró apresurado hacia lucifer, alzando la voz en el proceso- ¿el que estemos casados te da algún poder legal sobre mis posesiones?.- le fué imposible no abrir sus relucientes ojos carmines por la sorpresa.

El rubio esbozó una irónica sonrisa perezosa y se tomó un momento para recorrer su figura detenidamente.

Lo que es mío, es sin duda tuyo, y lo que es tuyo, es para mí un gran placer- la malicia divertida de su respuesta dejo a alastor sin saber cómo reaccionar "¿qué significaba eso? Hablame claro lucifer, déjate de juegos sin sentido.",trato de armar la oración en sí, buscando un significado oculto, pero la pronta voz melosa del rubio volvió a escucharse, dejándole claro sus inquietudes.-Tus propiedades son tuyas, mi unión contigo, digamos que no entra dentro del terreno material.-Alastor se le quedó mirando durante unos instantes, no estaba del todo convencido con esa respuesta.

Tendré que revisar detenidamente esa acta de matrimonio, no vaya tener letras pequeñas escondidas en los relieves.- murmuró haciéndolo sonreír nuevamente.

Eres extraño Alastor.

Lo sé, ¿eso cuenta como un punto negativo a mi favor? ¡NO! -Lucifer sacudió la cabeza con diversión, ese demonio no iba a parar hasta verlos separados.

Admiro que tu perseverancia, puede llegar a ser... refrescante.

El pelirrojo aparto la mirada.-Estoy seguro que estabas pensando en cualquier otra palabra excepto esa.

Te estaría mintiendo si te diese la razón- aseguró riendose siguiendo perezosamente al ciervo, esté aún seguía caminando por los pasillos hasta que subió unas escaleras donde su destino lo aguardaba, llegando así  hasta el amplio techo del hotel.

"ESTACIÓN DE RADIO."

El nombre destellaba con firmeza en la estrecha franja color neón de tono rojo que destacaba sobre la superficie de esas grandes puertas, y a su lado un letrero con la evidente advertencia.

Ódiame Hasta Que Me Ames [Appleradio] AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora