Ódiame Hasta Que Me Ames [Appleradio] AU

IX - "Una Oportunidad de Oro, Arruinada"

¿Atado a mi cama?- jadeó, tirando de las serpientes que tenía de ataduras.- una mierda, bastardo! ¡Suéltame ahora mismo!,Te haré trizas.. desearas no haber caído al infierno!!.

Lucifer se recreó en la maravillosa visión que representaba el cuerpo de
Alastor tendido sobre su cama, con los brazos sujeto por las muñecas a la cabecera del amplio dormitorio.

Lo había inmovilizado con tanta facilidad que el ciervo ni supo cómo reaccionar, aprovechó cada segundo hasta tenerlo dónde él quería y tenía que admitir que era todo un espectáculo verlo retorcerse sobre el colchón.

¿Y privarme de la magnífica vista que tengo ante mí?- chasqueó la lengua, risueño.-Si ahora mismo estuvieras en mi lugar,no podrías hacer otra cosa que admirar tal obra de arte.

¡Obra de arte mis cuernos!- siseó el demonio rojo clavandole sus vibrantes ojos carmines que ahora echaban chispas.-¡Suéltame ahora mismo, maldito enano!.

No- se negó, al tiempo que se sentaba en un lateral del lecho y deslizaba un dedo por la piel que dejaba expuesto el desabotonado abrigo dónde la camiseta roja se subía sobre su desnudo estómago cada vez que el dueño se estiraba.

¡No me gusta tú manera de castigar!-clamó de nuevo, tironeando de las restricciones.-¡Ni un poquito!
Permitió que sus labios se curvaran ligeramente.

Cambiarás de opinión muy pronto, lo prometo- aseguró, manteniendo un tono de voz calmado, incluso divertido, para que Alastor no entrase en pánico.-Encontrarás que puede resultar un castigo de lo más divertido..

"Divertido para tí."- la ironía.

¡No puedes hacer esto!-insistió el ciervo.-¡Eres acaso un maldito masoquista!,¡demonio con alas!.

Cosas peores me han dicho-le aseguró y antes de que el pelirrojo pudiese seguir lanzándole insultos, deslizó el dedo una vez más sobre su piel,escribiendo símbolos inconexos, resiguiendo la línea del pantalón para subir después hacia su ombligo y seguir hasta de las costillas. Alastor comenzó a responder a las tiernas caricias, temblando, arqueándose, intentando escapar de él.-Y ninguna me importa lo suficiente como para tenerla en cuenta.

Volvió a tirar de las serpientes que ataban sus muñecas con gran fuerza. En ningún momento se le escapó la obstinación de sus ojos, el rubor que le cubría las mejillas y la indecisión que dominaba su cuerpo. Sacudió la cabeza y emitió un bajo chasquido con la lengua cada vez que sentía un poco de dolor.

Alastor, si te haces daño, te daré un par de nalgadas- le avisó el angel dotando su voz con suficiente advertencia como para que lo tomase en serio.-unas que no disfrutarás.

Se inclinó sobre el ciervo, ciñéndolo a la cama con su peso mientras buscaba su mirada.

¿Lo has entendido?

Alastor lo fulminó con esos bonitos ojos carmines, pero se mantuvo quieto.-Solo espera a que me libere, te borraré esa sonrisa del rostro, Y desearas no..

El rubio optó por callarlo de una manera que sabía lo iba a molestar, deslizando su lengua bifurcada y arrancando de él una respuesta, aunque ahora fuese a regañadientes.

Si vuelves hacer eso,te mordere la lengua,maldita serpiente.- amenazó con los ojos fijos en él.- Desatame ya.-volvio a tirar de las manos, en un movimiento infructuoso. -¡Desátame!- insistió, apartando el rostro, intentando huir de la mirada dorada- ¡Deja de ignorame!- exclamó cuando observo a lucifer levantarse y entretenerse con su teléfono, viendo que sus exigencias no iban a ningún lado, no tuvo más que tragarse su orgullo y refunfuñar por las palabras que emplearía.