««𝐋𝐥𝐞𝐯𝐚𝐛𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐭𝐨𝐝𝐚 𝐥𝐚 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐞 𝐚𝐡𝐢, 𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨𝐧𝐨𝐬, 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐧𝐝𝐨𝐥𝐚 𝐛𝐢𝐞𝐧.»»Los papás de Rocio, por lo visto todavía no habían vuelto de su viaje y nos encontrábamos en su casa.Carlos y Danilo cantaban, mientras nosotras simplemente nos reímos.
A este punto, yo ya me reía de cualquier cosa, no sabía nisiquiera diferenciar los objetos que estaban a mí alrededor.Era conciente del pedo que tenía, me sorprendi de mí misma en cierto punto, todavía seguía entrandole al alcohol, como si se tratara de agua.Ninguno me decía nada, porque estaban todos igual que yo.
-Nono, paren..¿se acuerdan cuando la Julia se chocó la barrera del tren y Danilo la paso por arriba con la bici?-Una anécdota de hace tres años, salió de la boca de Rocio y lo único que pudimos hacer fue cagarnos de risa.
Las horas pasaban y seguíamos en la misma, contando cosas que nos íbamos acordando, bailando, cantando y descansando, para después volver a comenzar.
Cuando te duele el estómago de tanto reírte con tus amigos, es cuando te das cuenta de que la vida no era tan mala si estábamos juntos.Realmente me parecía sorprendente la forma en la que se había conservado nuestra amistad...más allá de nuestras desgraciadas vidas, que nos hayamos criado juntos, que crecieramos con diferentes consejos a seguir, que nos convirtieramos en personas totalmente diferentes, que nuestras pensamientos sean muy distintos...
Todos estábamos conectados a la hora de convivir.
No me imagino una vida sin ellos, nisiquiera un momento de mí vida.
Mi forma de ver a Danilo había cambiado completamente, ya no era mí amigo...no podía considerarlo así, estaba enamorada de él.Pero tampoco podía decir que era mío, porque todos sabíamos que por más que quisiéramos, no podría ser nunca.Y tenía miedo, muchísimo, de arruinar algo tan lindo como lo que teníamos, esa amistad a la uno va cuando se siente mal o cuando necesita reírse hasta que le duela la panza.
Nunca podría explicar lo fuerte que late mí corazón y lo nerviosa que me pongo siempre que lo tengo cerca.Eran una mezcla de sensaciones increíbles que me hacian sentir diferente...me hacian sentir mejor.
¿El sentirá lo mismo?
Me miro, mientras me señalaba, cantando una canción que no había escuchado nunca...la radio a esas horas de la madrugada era media rara.Me extendió la mano para que la agarrara y lo hice.
Empezamos a bailar, Rocio y Carlos por su parte también lo hacian.Luego de aproximadamente una hora de reirnos, me vi obligada a sentarme, al notar que mis pies dolían de una forma increíble.
-Para de tomar un poco vos pendeja.-Rocio me pegó suavemente y yo me reí levemente mientras dejaba la jarra en la mesa.
Me sostuve la panza con fuerza, sintiendo como la cabeza me daba vueltas y tambaleandome cuando me pare.Las manos de la pelinegra me rodearon con fuerza mientras se reía.-Tenes un pedo para veinte negra.-Me reí tratándome de enderezar, pero solo hizo que me provocará una arcada.
Danilo y Carlos se acercaron hasta nosotras...mí hermano estaba más chau que hola, literalmente si yo estaba en pedo, no había palabra para describir su estado.Me miró fijamente y se sentó en la silla, queriendo seguir bailando.Rocio me soltó por completo para acompañarlo, pero Danilo se quedó al lado mío.
-¿Estas bien? No tomes más, ya está.-Me pregunto, mientras me agarraba de la cintura, ya que sentía que literalmente me iba a caer.
-Ey uru...-Lo mire de forma pícara.-Aca no que nos va a ver mí hermano -Le saque las manos y empecé a caminar.-Tengo ganas de salir a caminar.
-Julia déjate de joder, dale.-Me agarró de la mano.-Anda a dormír.
-¿Uyy y vas a dormir conmigo? La noche pide un rapidin...¿querés?-Le susurre en el oído y el se mordió el labio inferior con frustración.
Suspiro llevándose las manos a la cabeza y me di la vuelta para ir hacia donde estaban los otros dos, pero solamente me caí de rodillas y comencé a vomitar.Mis piernas temblaban y el se había agachado a mí altura.
-¡HIJA DE PUTA EL PISO!-Escuche como Rocio se alteraba.
-Trae un balde o algo, dalee...-Danilo me agarró del pelo, mientras me sobaba la espalda...yo solamente seguía largando, empezando a llorar por la fuerza que tenía que hacer en las arcadas.
-Para que si ya lanzo todo en el piso.-Escuche como le respondió la pelinegra.
-Ay que asco Julia.-Carlos murmuro.
Me di la vuelta levemente, sonriendole por encima de mí hombro al uruguayo.La cabeza me explotaba, literalmente no podía más.
-No quiero ir a dormir encerio.-Me hice la pelotuda, pero el negó, sosteniéndome con más fuerza.
Me arrastró hasta la cama, donde me recostó levemente.-¿Porque sos tan hermoso?-El sonrió y yo me derreti.-¿Te vas a quedar a dormir conmigo esta noche?-Le pregunté esperanzada de que dijera que si.
-Ya te dije Oji, tenés que descansar.-Me beso la frente.-Mañana a la mañana vengo a ayudarlos a limpiar esta crotera que dejaron manga de sucios.-Me reí levemente.
-Pero quédate porfa, si entramos los dos.-Le señale la cama.
-Quedate Danilo, yo duermo en el sillón con Carlos.-Rocio hablo.
-¡Ohh dale boluda, quería dormir solo!-Se escucho la voz del otro desde el comedor.
-¡Deja de romper las bolas vos!-Le respondió está, antes de irse.
El Uruguayo me miró sonriendo, mientras se acostaba a mí lado, abrazándome de la cintura.No me acuerdo más nada, porque cuando me sentí cómoda, me quedé profundamente dormida.
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A̶P̶A̶C̶H̶E̶, 𝖣𝖺𝗇𝗂𝗅𝗈 𝖲𝖺𝗇𝖼𝗁𝖾𝗓// 𝖬𝖺𝗍𝗂𝖺𝗌 𝖱𝖾𝖼𝖺𝗅𝗍
Romance'•~♡︎ »» 𝗘𝗹 𝘀𝗮𝗯𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝗹𝗼 𝗮𝗺𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗹𝗼 𝗮𝗺𝗼 𝗺𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝘀𝗮𝗯𝗲»»