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««𝐄𝐥 𝐬𝐢𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨 𝐟𝐮𝐧𝐞𝐫𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐦𝐞𝐬𝐚, 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐧𝐨 𝐞𝐫𝐚 𝐥𝐢𝐧𝐝𝐨»»Habiamos estado por lo menos, media hora hablando sin parar, sobre temas delicados el cual todos habian sentido la confianza p...

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««𝐄𝐥 𝐬𝐢𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨 𝐟𝐮𝐧𝐞𝐫𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐦𝐞𝐬𝐚, 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐧𝐨 𝐞𝐫𝐚 𝐥𝐢𝐧𝐝𝐨»»Habiamos estado por lo menos, media hora hablando sin parar, sobre temas delicados el cual todos habian sentido la confianza para charlar.

Yo escuchaba a mis viejos...tienen treinta, cuarenta, cincuenta años...que se yo.Nos cuentan sobre su adolescencia, recuerdos antigüos que los hacian reír levemente y poner sus ojos casi llorosos.Nos hablan de casos de antes, momentos con sus amigos, su vida cuando eran pendejos...sus abuelos, padres, habían muerto hace mucho tiempo...pero el dolor de niño seguía ahi.

Podía leerlo en sus caras y escucharlo en sus voces.Era un circuito cerrado que les iba a doler para toda la vida.

Miró hacia adelante, Rocio y Carlos susurran entre ellos mientras se ríen de forma delicada para no llamar la atención.La pelinegra había llegado hace algunas horas y esta vez no la invite  yo a mí casa, fue mí hermano.Me pareció extraño, pero no le di importancia.

Ahora sentía su presencia ajena, como si no supiera quién estaba sentada adelante de mí.Ella se daba cuenta y trataba de hablarme pero siempre se quedaba callada en el momento.

Carlos seguía enojado conmigo, al no contarle las cosas ni tampoco volver a hablarle del tema cuando el lo sacaba, lo ponía de muy mal humor conmigo.Me estaba sintiendo distanciada de mí hermano y eso no me gustaba para nada.

Me levanto de la mesa llamando la atención de todos.-Provecho.-Hablo antes de correr la silla para atrás y así poder caminar para la cocina.

-Estamos todos comiendo Julia.-Mi viejo habla y desde la cocina vuelvo a hablar.

-Hoy entro más temprano, tengo evaluación de lengua.-Miento para que me crean y sonrió cuando mí vieja dice que "si, que volviera apenas saliera".

Agarre mí mochila y salí de mí casa.El sol me golpeó justo en la cara y cerré los ojos, cruzando de vereda.

-Ey Julia.-No me gire al escuchar la voz de Rocio, pero ella troto hasta quedar cerca de mí.-¿Posta hoy había prueba de lengua?-Me habla agitada y yo negué.-Boluda me asustaste...¿Porque te fuiste?

-Porque quería salir un rato de ahí, no me banco la mala onda de Carlos.

-Si , me dijo que vos le mentias o algo así.

-No le miento.-Le dije y ella asintió.

-Si ya se.-Me contesto.-¿Todo bien?

-Bien, por lo menos.

-Estas rara conmigo, entiendo si estás enojada igual, osea conociéndote seguro que me odias.

-No, nada que ver...vos sabés lo que haces Rocio...¿Porque me enojaría si según vos eso te hace sentir mejor?-Ella se freno pero yo seguí caminando.

A̶P̶A̶C̶H̶E̶, 𝖣𝖺𝗇𝗂𝗅𝗈 𝖲𝖺𝗇𝖼𝗁𝖾𝗓// 𝖬𝖺𝗍𝗂𝖺𝗌 𝖱𝖾𝖼𝖺𝗅𝗍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora