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Pasa, es ahí

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Pasa, es ahí.-Me señaló una puerta donde estaba el nombre de el dibujado, mientras que se iba hacia la cocina.

-Ya se dónde es tarado, no es la primera vez que vengo.-Le respondí caminando hacia la pieza y frenandome en la puerta.

-¡Y bueno, hace bocha que no venís, capaz te olvidaste!.-Grito desde donde estaba.

-Callate querés.

Me adentre a la pieza, mientras me agachaba para recoger las cajas de pizzas y demás basura vacía que había.La pieza de el era sencilla, era un despelotado también.
El colchón en el piso, estaba destendido, había ropa tirada por todos lados...el uruguayo era un desastre con la limpieza.

Sacudí las sabanas y las almohadas y me acosté, mientras los ojos se me cerraban solos, por el increíble cansancio que tenía.Ultimamente estaba durmiendo para el culo.

-Ahh tranca vos, ponete cómoda.-Senti como el colchón se hundió levemente y había sido porque el se había sentado, en segundos estaba acostado encima de mí, mientras me abrazaba por la cintura.

-Mas vale, estoy muerta.-Le acaricie la cabeza y el me miró.-¿Porque estás tan bajoneado?

-Te dije que por problemas de fútbol Oji.-Me dio un pico y se volvió a acostar.-Vos también venías mala onda...¿Que te paso?-Me pregunto.

No iba a decirle que era porque me enteré que se drogaba, Rocio iba a matarme ami y Danilo la iba matar a ella.Asique me quedé pensando, mientras me concentraba en acariciarle la cara ahora,el se levantó otra vez ante mí silencio.-Ey, te estoy hablando.-Sonrio y yo hice lo mismo.

-Estaba pensando en otra cosa,perdón.

-Que colgada.-Esta vez se acostó al lado mío y dejo su brazo estirado, abajo de mí cabeza.-¿Me vas a decir porque estabas así?.-Insistio.

-Veniamos de ver una peli re triste.-Le mentí.-No me acuerdo cómo se llamaba pero pega fuerte.

-Oy que maricona ella.-Me endereze y le pegue con la almohada, logrando que el riera y tratará de sacarmela.-Dame un beso.-Me pidió haciendo piquito.

Acá lo tenés al bandido.

Me tiré sobre el, juntando nuestros labios en un beso que comenzó siendo tierno y termino convirtiéndose en uno hambriento y desesperado.Sus manos fueron a parar a mí cintura, donde me apretaron con fuerza.Descendieron hacia arriba, llegando a la despeinada trenza que tenía y la desató, mientras me acomodaba el pelo, poniéndolo atrás de la oreja.Me subí encima de el, sin pensar en nada y escuché un jadeo de su parte,por lo que me quedé ahí, mientras chupaba y mordía su labio inferior.

No sabía que clase de emociones y sensaciones estaba sintiendo en ese momento, era totalmente ajena a estas cosas, nunca las había experimentado, sin embargo a el parecia chuparle un huevo.

Sus manos descendieron hasta mí orto, donde sujeto fuerte de este, para comenzar a hacerme mover de atrás hacia adelante.Abri mí boca por la sensación placentera que ese simple contacto generaba y el sonrió, volviéndome a comer la boca, para después enderezarse en el colchón y sacarme el buzo, dejandome con la finita remera blanca escotada.Beso mí cuello y más abajo, entre la línea de mis tetas, llevándome al paraíso, literalmente.

Empezó a moverme con más rapidez y siendo más brusco, mientras jadeaba en mí oído.Se mordió los labios, haciendo la cabeza hacia atrás.

Inconcientemente lleve mis manos atrás de su nuca, entrelazando mis dedos y ayudándolo con el movimiento, que ya empezaba a fluir mejor.Gemia como una descontrolada en su oído y fue entonces cuando el me dio la vuelta quedando encima de mí.Nuestras bocas volvieron a encontrarse y entre sonrisitas, lleve mis manos al borde de la remera de el y se la saque, no tardó en hacer lo mismo con la mía y pronto, tratar de sacarme el corpiño.

-Tarado me lo va a romper.-Me reí al ver su cara de frustración por no poder desabrocharlo.

-Es una verga eso -Resoplo y cuando finalmente me lo saque, me miró con un brillo en los ojos que me hizo estar segura de lo que quería hacer.-¿Para que te lo pones ?-Lo agarró y lo tiró a la otra punta de la pieza, mientras se volvía acomodar.

-¿Querés que ande con las tetas sueltas tarado?-Le pregunté divertida y enseguida, mí cara cambio y solté un gemido imprevisto, cuando se metió una a la boca y empezó a chupar, lo mismo con la otra hizo después.

-Aja.-Lo escuché decir y baje la mirada, solo para verlo totalmente concentrado en lo que hacia.

-Danilo...-Gemi mientras sentía como sus besos descendían por mi abdomen.Estaba agitada, mí pecho subía y bajaba con fuerza, al igual que el de el.

Me volvió a besar y me desabrocho el pantalón para después sacarmelo y tirarlo como el corpiño hacia la otra punta.Hice lo mismo con el, solo que se me resultó más fácil ya que llevaba un pantalón deportivo de futbol y se bajó con rapidez.

-Mirame.-Abri los ojos, que se me habían cerrado inconcientemente.-¿Estás segura?-Susurro en mí boca y yo asenti.

A veces las cosas dan un giro inesperado y cambian totalmente.¿Quien me iba a decir que mí primera vez iba a ser Danilo?Si me lo decían el año pasado por ejemplo, me hubiera cagado de risa...pero así eran las cosas y uno nunca puede evitar que sucedan.Yo estaba segura de lo que quería y el me estaba haciendo sentir tan bien, que no solo mí cuerpo empezó a sentirse diferente, si no también mis sentimientos.

Me estaba enamorando de Danilo y sabía que eso iba a ser un problema.Uno muy grande.

Sentí como se deslizó en mí interior y abrí mí boca mientras soltaba un pequeño quejido ante el ardor y molestia que sentí, sin embargo eso se esfumó a los segundos.

Le estaba entregando a Danilo, lo que todos decían que era lo más importante de mí vida.Me entrelazo la mano y empezó a embestirme con rudeza.Los gemidos estaban muy por encima de nosotros, la habitación casi vacía hacia eco de nuestras pieles chocando y eso lo hacia más placentero todavía.

Me sujete de su espalda, buscando un punto de apoyo ya que creía que me desaceria es ese mismo momento.Sus labios atacaron mí cuello y agarre sus cachetes para que me besara.
Finalmente, dio un último empujón y sentí como ya había llegado al máximo nivel, al igual que el, quien tenía una mueca de placer en su rostro, digna de seguir admirando.

Se dejo caer al lado mío.Estabamos transpirados,con el corazón en la boca y tratando de regular nuestra respiración.Me beso la frente y hablo -¿Estuvo bien?-Asenti con una sonrisa.-La pase re bien.

-Me voy a tener que ir.-Murmure y el se quejo.-Tarado, mí vieja se va a empezar a desesperar, vos sabés cómo es.

-Si ya se.-Dijo de mala gana,todavía sin soltarme.Lo mire y le acomode el pelo.

-¿Nos vemos mañana?

-Mira si te voy a dejar ir sola boluda.Te acompaño.-Se levanto y yo lo frene.

-No porque se está haciendo tarde y vas a volver cuando este oscureciendo.-Me levanté y comencé a cambiarme.

-Dale boluda,¿Encerio me decís eso?-Hablo con gracia.-Vivo en la calle, me las se arreglar solo.

-Mjm, si dale.-Murmure recordando la charla con Rocio y nisiquiera me había dado cuenta de cómo cambio mí cara.El me miró fijamente mientras se ponía la remera.

-Ey boluda está bien, no te preocupes.-Se acerco y me beso la frente.

Sin más, cuando terminamos de vestirnos, nos fuimos.

Sin más, cuando terminamos de vestirnos, nos fuimos

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A̶P̶A̶C̶H̶E̶, 𝖣𝖺𝗇𝗂𝗅𝗈 𝖲𝖺𝗇𝖼𝗁𝖾𝗓// 𝖬𝖺𝗍𝗂𝖺𝗌 𝖱𝖾𝖼𝖺𝗅𝗍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora