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𝐄𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐭𝐚𝐧 𝐬𝐮𝐦𝐢𝐝𝐚 𝐞𝐧 𝐦𝐢𝐬 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬,que nisiquiera me había percatado de que mí mamá estaba hablándome

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𝐄𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐭𝐚𝐧 𝐬𝐮𝐦𝐢𝐝𝐚 𝐞𝐧 𝐦𝐢𝐬 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬,que nisiquiera me había percatado de que mí mamá estaba hablándome.Me voltee a verla, estaba asomada en la ventana, mientras tomaba mate, mirando como mí viejo se iba con Carlos, el Kiru y mí tía Fabiana, a visitar al marido de esta última que estaba en la cárcel.

-Yo nose que hace Carlos ahí.-Dio un sorbo al mate y se alejo de dónde estaba, para después ir a cebar otro.

-Ma, no te hagas la cabeza por todo, sabes que para el sos vos su mamá.-Trate de tranquilizarla, mientras me acercaba a ella y le acariciaba la panza.-Se te puso dura.-Comente y ella suspiro.

-Estoy muy nerviosa últimamente.-Me beso la frente y me tendió el mate el cual acepte gustosa.-Siento que Fabiana me lo va a pedir en cualquier momento.-Se sentó en el sillón y yo solo la miraba desde donde estaba parada.

El miedo constante de Chila, era que le quitarán a Carlos de su vida.Mi vieja lo había criado como un hijo más, apesar de no ser la madre de sangre.

El día afuera estaba re frío, el calor desapareció tan derrepente, que hasta me encontraba resfriada.Siempre me pasaba eso, cuando el clima cambiaba tan sorpresivamente.

-Creo que tenés que descansar, eso te hace falta.-Ella negó y yo la interrumpí antes de volviera a hablar.-Si mamá, si...yo busco a los chicos de Chito, vos anda a recostarte.-Le dije refiriéndome a mis hermanitos, que se encontraban de mí tío.

-Gracias Ju.-Se levanto y me abrazo.

Ser la primera hija mujer, había sido un cambio muy grande en la vida de ambos.Mi vieja nunca me dejaba salir, siempre vigilaba con quién me juntaba al igual que Segundo.Sabia que yo para ella era una gran ayuda y por eso, antes de marcharse, se aseguró que las puertas estén cerradas y que yo esté vestida como normalmente suelo hacerlo.Tenia miedo que saliera y que volviera tarde o peor, que no volviera.

Pensé por varios segundos en los que ella caminaba hasta su habitación, para preguntarle por la presencia de Danilo, que no lo había visto hace dos días, después de la muerte del Pilcha.Esa noche fue difícil, sobre todo el día siguiente en donde el ya no se encontraba.

-¿Sabes algo del Uru?-Ella se giro, sosteniéndose la panza.

-Si, lo vi hoy a la mañana, andaba con Carlos.-Asenti.-¿Vos no lo viste?-Negue.-Bueno, ya irá a venir, ese chico siempre cae para la hora de comer.

-Capaz.-Sonrei levemente y agarre la campera.-Ya vuelvo.-Ella me sonrió.

-Que sean en menos de diez minutos porfavor.-La escuché decir antes de salir, negué divertida por su paranoia.

El frío me golpeó de una forma descomunal, haciendo que juntara mis manos y las frotara en busca de calor.Mi aliento caliente salía en forma de humo y me quedé un rato entretenida con eso, mientras caminaba en dirección a la casa de mí tío.

A̶P̶A̶C̶H̶E̶, 𝖣𝖺𝗇𝗂𝗅𝗈 𝖲𝖺𝗇𝖼𝗁𝖾𝗓// 𝖬𝖺𝗍𝗂𝖺𝗌 𝖱𝖾𝖼𝖺𝗅𝗍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora