Bruno caminaba hacia su casillero con los audífonos puestos, sumergido en su propio mundo de pensamientos. La sensación de satisfacción que lo envolvía era como una corriente eléctrica que recorría todo su cuerpo, dándole energía renovada. El partido había sido más que una simple victoria; había sido una redención, una oportunidad de empezar de nuevo y corregir sus errores pasados. Sin embargo, a pesar de la euforia del triunfo, Bruno sabía que aún quedaba un desafío pendiente: vencer al gran rival, el equipo de la Elite Academy Elysium, para sentir verdaderamente el triunfo en sus venas.
Un fuerte abrazo lo sacó de sus pensamientos, y Bruno se quitó los audífonos para encontrarse con la sonrisa radiante de Kyle, la animadora más pequeña y entusiasta de la academia.
-¡Buenos días, Bruno! -saludó Kyle con entusiasmo.
-Buenos días -respondió Bruno, abriendo su casillero y guardando algunos cuadernos en su interior-. Estás muy animada hoy.
Kyle se apoyó en el casillero contiguo, manteniendo su sonrisa contagiosa.
-Por supuesto, hoy son las audiciones, ¿recuerdas?
Bruno frunció el ceño levemente. Había olvidado por completo ese detalle.
-Sí? Lo había olvidado -admitió Bruno, sin mirarla-. No me había percatado de que ocuparían el gimnasio para sus asuntos.
-¡No seas cruel! Las audiciones son a las diez - ¿Vas a ir? -preguntó Kyle, con una mirada de expectación.
Bruno negó con la cabeza de inmediato. No quería verse envuelto en esos asuntos. Él solo quería concentrarse en entrenar.
-No, no iré -respondió tajante-. No me interesa.
-¡Vamos, Bruno! Deberías ir a ver quiénes serán las nuevas integrantes. ¿No te gustaría ver un poco de diversión? -insistió Kyle.
-A ver, dime, ¿por qué tanto interés en que vaya a ver las audiciones? Sabes que no comprendo esas cosas -inquirió Bruno, alzando una ceja con curiosidad.
Kyle se recostó un poco más en el casillero, manteniendo su sonrisa.
-Porque las chicas quieren verte a ti. Además, al verte, quizás den lo mejor de sí mismas, ¿no crees? -explicó con entusiasmo.
Bruno cerró su casillero y se giró para seguir caminando por el pasillo, con Kyle siguiéndole el paso.
-No, no me interesa, no iré -repitió Bruno, firme en su decisión.
Kyle golpeó suavemente el brazo de Bruno, mostrando su desaprobación.
-Eres un caso, Bruno. Ignoras todo lo que tiene que ver con las chicas. Así nunca tendrás novia, ¿sabías?
Bruno soltó una risa breve y algo burlona ante el comentario.
-¿Y desde cuándo he estado interesado en buscar una mujer? Vamos, Kyle, me conoces. Mi único objetivo es ser un jugador profesional, llegar a las ligas mayores. Este año, sobre todo, debo destacar y llevar al equipo hacia la copa.
Kyle asintió, comprendiendo la pasión de Bruno por el baloncesto.
-¡Pero no todo es baloncesto! Pero bueno, ya veo que no te interesa. Mejor no intento seguir aquí contigo, eres un hombre difícil de cambiar -comentó Kyle, algo resignada.
-Gracias por el halago -respondió Bruno con un tono sarcástico, aunque con una sonrisa ligera en los labios.
Continuaron caminando hasta que se toparon con dos personas conversando en una esquina. Bruno reconoció de inmediato el cabello rojizo de Patricia, la misma chica que había captado su atención en el partido anterior.
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Cheerleader
FanfictionEn la monótona atmósfera de la Academia Privada Aurora, Patricia Castro, una escritora apasionada anónima en busca de la esencia de la vida estudiantil, se sumerge en un camino de intrigas y romances inesperados. Cuando la monotonía se desvanece, el...