Descubriendo Sentimientos~

Confesión orgullosa

-Y bueno, al final Yugi tenia algo de ropa guardada y me la presto jeje... (comento Atem, quien estaba sentado al lado de Seto...sintiendo la dulce y fuerte colonia del castaño, distintiva de él...)
-No era necesario, el restaurante a donde iremos no exige codigo de vestimenta...(dijo Seto, ocultando el echo de como amenazo al dueño de que ignorara la vestimenta de Yami o de lo contrario cerraria su local)
-De todas formas, queria ir presentable...aunque estes mejor que yo jeje
-No digas tonterias, estas bien así (Seto le regalo una media sonrisa que hizo que Yami apartara la mirada sonrojado...pensando en lo de Mokuba...)
-Oye...Seto...
-Dime
-Qué le paso a Mokuba?
-Él está enfermo
-Lo sé, pero como?
-Se llama consecuencias de quedarse conmigo a altas horas de la madrugara en la empresa y al parecer no es tan resistente como yo...sin contar el echo de que al hacerlo, preferia dormir en lugar de comer...eso le paso factura a fin de cuentas...
-Vaya...quien lo diria, ser un empresario no es facil jeje
-Nunca lo fué...(*Pero siempre encuentro un tiempo para tí...* Penso Seto...tenia esas palabras en su garganta pero no podia decirlas...demonios, ¿por qué le costaba tanto? A que le tenia miedo? Seto Kaiba nunca le teme a nada ni a nadie...)

El tiempo paso y llegaron al lujoso lugar, Atem solo salio de la limusina asombrado de verlo, ver como era en un edifcio enorme lleno de hermosas luces, siendo como una luciernaga para domino donde Seto  aprovecho lo distraido que estaba Atem y se adelanto para hablar con la recepcionista sobre su mesa, donde ella al ver a Atem asi vestido iba a decirle que no podia pasar, pues no cumplia con el codigo de vestimenta, pero Seto se puso enfrente de ella, bloqueandole el paso, viendola desde arriba con una mirada tan fria como el hielo y seca como el desierto de Atacama...la recepcionista solo retrocedio con una mirada de miedo al verlo, donde ella timidamente hablo.

-S-Señor-
-Soy Seto Kaiba, debes conocerme, pués reserve una mesa hace una semana...
-L-Lo sé, señor, pero él no-
-También e hablado para que lo dejen pasar
-P-Pero-
-Escucha, pague muy caro como para estar teniendo problemas, así que solo haz tu trabajo y dejalo en paz, o prefieres que haga que te despida?
La chica solo trago saliva, pues ella conocia perfectamente a Kaiba al igual de su poder en domino, solo lo dejo pasar que mientras él pasaba con Atem, ella solo se mantenia con la cabeza mirando al piso, sintiendo la fria mirada de Seto que no fue que hasta que entro que pudo suspirar en paz...

Ambos habian llegado al piso del restaurante, las personas veian de mala forma a Atem por no llevar un smoking a pesar de que usaba una ropa sencilla, se veía muy elegante pero las miradas de igual forma no perdonaba...hasta que vieron quien era su acompañante...todos quedadon boquiabiertos al ver que era el mismisimo Seto Kaiba, quien al instante miro a todos con una mirada que podria cortar un papel y congelarlo de lo penetrante que era...todos miraron sus mesas o acompañantes fingiendo hablar, dejando de verlos. Un mesero le mostro su mesa...era en el balcón,  donde Atem lo vio con sorpresa, estaba tan arreglado, las luces calidas sin parecer extremistas ni molestas, las rosas en el jarron que adentro tenia sus luces para no ser tan oscuro, el mantel negro puesto elegantemente, las formas de las sillas que lo hacian ver tan fino...
El mesero solo se retiro dejandolos solos a ambos, donde Seto corrio la silla de Yami, dejandolo sentarlo...donde el mismo se sento con sus mejillas rojas..

-Esta vista es hermosa...
-Te gusta, o no?
-Gustarme? Puedo ver toda la ciudad desde aquí! (Atem veía asombrado todo domino...a pesar de ser de noche y a oscuras, era una hermosa vista llena de luces de todo tipo de colores que iluminaban ligeramente la ciudad)
-Me alegra que me hayas invitado jeje
-No es nada, ahora entiendo el por qué Mokuba queria venir...
-Pobre...se enfermo y no pudo venir al restaurante que tanto quizo...le llevaremos algo, o no?
-Creó que seria mejor si yo lo traigo en otra ocación...ya sabes, no conocemos bien lo que quiere
-Creó que tienes razón...de todas formas voy a compensarte
-Compensarme?
-Claro, por invitarme (Atem le regalo una bella sonrisa a Seto, quien sentía como su cuerpo temblaba ligeramente y su corazón latia a mil por hora, no pudo seguir disfrutando la sensación que le dejo Atem porque el camarero dejo las cartas...a diferencias de otras, estas eran de cuero y venian amarradas de un fino liston blanco)