~Capítulo V~

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Ya eran las 06:30, Klaha despertó porque tenía muchas cosas que hacer, su cuerpo estaba sudando y al tocar a su costado notó que Mana aún dormía. Se veía tan bonito de esa manera.

Cubrió el cuerpo de aquel hombre con unas cobijas, ahora debería levantarse para los negocios pero un llanto lo detuvo. Miró a Mana y él estaba llorando.

Lo abrazó un rato tratando de que se calmara pero sólo empeoró las cosas, ahora el chico golpeaba el cuerpo de Klaha con muchas fuerzas gritando dos nombres.

Su piel comenzó a sangrar por los rasguños así que no tuvo otra alternativa que sacudirlo para que abra los ojos.

—Mana despierta ¡Por el amor de Dios cálmate! —le dio una fuerte bofetada para que al fin salga de ese trance— Lo lamento, me estabas haciendo sangrar ¿Estás bien?

—¿Eh? Creo que sí, lo siento debo irme. —Klaha lo detuvo y él lo miró— Por favor deja que me vaya, no quiero estar aquí, odio este lugar.

—Mantén la calma cariño, ven. —se sentó en el borde de la cama e hizo que Mana se subiera encima— Estás tan frío, si fuera otra persona pensaría que eres un vampiro.

—Si así es tu forma de calmar a la gente, no me quiero imaginar cómo haces que se alteren más. —acercó una mano al cabello de Klaha y lo tomó con miedo— Gracias por intentarlo al menos.

—Hago lo que está a mi alcance. —dijo para después llenar ese rostro de besos— Estoy a pocos días de casarme pero realmente no quiero.

—Serás el hombre más cruel del mundo si no te casas.

Mana le dio un beso en los labios y lo empujó sobre la cama, acto seguido hizo un camino de besos hasta llegar a la entrepierna pero ahí se detuvo, quería hacerlo sufrir un poco.

—Yo le pertenezco a otro hombre, mi cuerpo y mi alma lo siguen a donde sea.

—Debí suponerlo ¿Es aquel sujeto con el que te vi la otra vez? —Mana asintió— Bueno eso no quita lo que hicimos anoche.

—Te voy a mat... Tengo ganas de vomitar. —agarró un jarrón y terminó vomitando.

—Mana me preocupas a veces. Será mejor que descanses, te traeré un médico para que te atienda.

—No, estoy bien... Klaha nos vemos pronto. —le dio un beso en los labios sin importarle lo que acababa de hacer y se vistió— Bye cariño.

Mana desapareció de repente haciendo que Klaha quede boquiabierto. Apareció en casa de Cecil justo cuando su querido Közi estaba por morderla.

Le lanzó algunas rosas con espinas causando que se cortara el rostro.

—Su sangre ya tiene dueño y es el conde.

Közi se acercó a él para jalarlo fuera de la habitación

—¿No estabas enfermo? ¿Te llegó mi carta?

—Sí, me llegó, aún lo estoy, mi vientre me duele y los vómitos no han parado en estos días... También me desmayé pero era por hambre.

—Gracias a Dios estás bien. —le dio un beso en la frente y otro en el cuello pero al notar las marcas se puso un poco furioso— Mana, tú en verdad ¿Lo hiciste con otro?

—Lo seguiré haciendo hasta que no me propongas matrimonio. —se cruzó de brazos y comenzó a derramar lágrimas— ¿Por qué no me dejaste morir aquella vez?

—No voy a tener esta conversación otra vez, ve a descansar y prometo que no haré nada, además voy a protegerla del conde porque está terriblemente obsesionado con ella y contigo.

Bara no konrei (Mayonaka Ni Kawashita Yakusoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora