~Capítulo XXVII~

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"Y si me dieran a elegir, volvería a cometer los mismos errores sólo para estar contigo".

Klaha miró hacia la ventana después de terminar de leer su libro favorito, por sobre todas las cosas nunca leía otros porque después de todo fue un regalo que le había hecho el amor de su vida.

Contemplaba la primavera y su hermoso jardín que siempre le recordaba a su amado. En cualquier ocasión la miraba, cuando se sentía feliz, cuando estaba triste o simplemente lo miraba para apreciar esa belleza.

El reflejo del vidrio mostraba unas pocas canas, eso le traía nostalgia aunque tampoco era un viejo, aún era joven.

Volteó su rostro y notó que Akihiko se encontraba detrás de él. Sus labios le mostraron una sonrisa pues el niño tenía un ramo de rosas en sus manos.

-¿Estás listo?

-Sí papá, sólo faltas tú. -Klaha se puso sus zapatos y fue hacia Akihiko- mis hermanos se me adelantaron y fueron en otro carruaje pero yo quise esperarte a ti.

-Estaba pensándolo bien porque bueno, no me gustan los cementerios. -le tomó la mano a su hijo para caminar hacia la salida- Iré por ustedes.

-Papá, yo puedo ir con mi institutriz, no quiero que hagas algo que no quieres por favor.

-Todavía eres pequeño para mí así que es mi deber cuidarte pero bueno si Emily fue quizás ella los pueda cuidar a ti y a Masaki.

-No te preocupes, estaré bien así que aprovecha para descansar y seguir leyendo.

-Como digas pequeño, te amo.

-Igual yo.

Akihiko salió y Klaha fue a la cocina, debía preparar el almuerzo para que cuando lleguen ellos tengan algo que comer porque tratándose de sus hijos seguramente jugaron en vez de desayunar.

Comenzó a pensar que debería escribir su propio libro y de cómo llegó a enamorarse de esa persona.

-¿Pensando? -preguntó Minoru.

-¿Uh? Oh sí, por supuesto, bueno yo quería escribir un libro para contar mi historia.

-Bueno ya sabes lo que dicen, plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.

-Tiene razón ¿Carol fue a su club de lectura? Es que no la vi por aquí.

-Salió temprano pero va a volver en un rato ¿Quieres que te ayude con la comida? Los niños llegarán hambrientos, más que nada Masaki.

-Me encantaría, he estado tan estresado este último tiempo que apenas puedo pensar, estos meses fueron muy duros para mí.

-Vas a salir de eso.

Klaha estaba seguro de que no lo haría, el trauma que le había dejado esa noche era mortificante porque después de todo, aún era doloroso para la familia.

-Mire, encontré un trébol de cuatro hojas. A Mana le encantaría. -lo puso aparte para no juntarlo con las verduras y después comenzó a cortar la carne- ¿Sabe? Creo que debemos preparar unos pastelillos como postre, a los niños les encanta.

-Heredaron el gusto de su madre, pasa en la mayoría de las familias cuando los padres tienen preferencias por las cosas dulces.

-Él amaba esos pastelillos. -volvió a mirar el trébol y se lo guardó en el bolsillo.

Klaha sintió unos brazos en su cintura que lo rodeaban y entonces se volteó para después sonreír con ternura.

-Amor, ya despertaste. -besó los labios de su hermoso Mana y se volteó- ¿Cómo dormiste?

Bara no konrei (Mayonaka Ni Kawashita Yakusoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora