~Capítulo XXVI~

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Su luna de miel fue algo muy hermosa, disfrutaron varios lugares, visitaron muchos restaurantes y hasta presenciaron obras de teatro.

Su relación se veía maravillosa, obviamente con algunas discusiones pero no era nada que no se pueda arreglar con pláticas o sexo, para Mana el sexo de reconciliación siempre se sentía mejor.

Pasaron 5 maravillosos años, Mana se encontraba en su última semana de embarazo y lamentablemente estaba demasiado débil a tal punto de que Klaha lo ayudaba en todo, por aquellos problemas tuvieron que pasarse a la habitación de abajo mientras que sus padres se fueron a la de arriba.

Se mudaron a una casa más grande a las afueras de la ciudad, por supuesto que Carol y Minoru también querían estar con ellos, más en ese momento en el que Mana estaba a punto de parir.

Klaha lo llevaba cargando a todas partes, hasta cuando debía ir al baño. Le preocupaba lo mal que se veía, pero su esposo era muy fuerte y soportaba todo eso.

Sin embargo la última vez que habían discutido era porque Klaha le dijo que debía abortar ya que ese bebé le estaba haciendo mucho daño solamente, por supuesto que se ganó la bofetada más fuerte que le habían dado en la vida.

-¿Te sientes bien, cariño? -preguntó Carol- Tienes unas ojeras muy grandes.

-Descuida mamá, no he dormido bien eso es todo. -Mana estaba sentado en el sofá tomando un poco de sopa- Ya sabes, el bebé hace que me duela todo.

-Creo que debo hacerle los masajes que le recomendó el doctor. -dijo Klaha.

Los niños aparecieron con sus juguetes por la sala, Emily se encontraba leyendo un libro en el jardín trasero, ya tenía sus once años mientras que los niños habían cumplido sus 6, Mana no podía creer lo grandes que se veían.

-Mami ven a jugar con nosotros.

-Cariño, mami se siente cansado para jugar. -dijo Mana, luego de eso hizo una expresión de dolor.

-Amor... Será mejor que te vayas a recostar un poco. - Klaha lo tomó del brazo de manera delicada y Minoru también pero del otro lado- Vamos despacio.

-Oh, qué gran honor tengo de que los hombres más importantes en mi vida me ayuden. -sonrió mientras caminaba muy lento- En verdad se los agradezco, jamás pensé que este embarazo fuera a ser tan complicado.

-No tienes que agradecer amor, después de todo fui yo quien te embarazó.

Cuando finalmente llegaron a la habitación, Klaha lo ayudó a recostarse y le dijo a su suegro que podía retirarse, cosa que él hizo pero siempre vigilando las expresiones de Mana.

Los dos se quedaron solos y por un momento hubo un silencio incómodo, se notaba la tensión en aquel lugar porque si Klaha decía algo estúpido eso iba a terminar en una discusión y Mana no estaba en condiciones para soportarlo.

Tomaron sus manos para después darse un beso en los labios, se amaban más que a nada en el mundo y todas las personas envidiaban su relación.

-Lo siento, Mana en verdad no quiero traer este tema de nuevo y mucho menos ahora pero estoy arrepentido de lo que te dije.

Le dio otro beso en los labios y después en la frente, se sentía tan terrible por aquellas palabras que le había dicho tiempo atrás.

-Es que cuando vi que tenías muchas pérdidas y esos horribles dolores pensé que tal vez ese bebé no debía nacer. -dijo apoyando sus manos en el vientre de su esposo- Tengo muchas ganas de tener a nuestro hijo en brazos y me hace ilusión ver su pequeña carita, sin embargo tengo miedo. Amor yo no te quiero perder.

Bara no konrei (Mayonaka Ni Kawashita Yakusoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora