~Capítulo XIX~

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Al día siguiente Klaha salió de la habitación con unas horrendas ojeras y con el bebé en brazos. El pequeño estaba llorando porque tenía hambre, al ir a la habitación de Cecil él le ofreció al niño para que le diera de comer pero ella se negó diciendo que la dejara en paz.

Sabía que ese comportamiento se iba a acabar en algún momento. Bajó con mucho cuidado y se sentó en el sofá un rato, según él había fórmula para el pequeño pero no recordaba donde a pesar de que ya se lo había dado como dos veces.

Se estaba por volver a levantar pero Carol dijo que descanse un poco, ella había ido a la habitación las veces que el bebé lloró pidiendo si lo podía calmar pero Klaha le había dicho que él era el padre y por lo tanto debía atenderlo.

Minoru veía con una sonrisa al bebé hasta pidió cargarlo, Klaha se lo dio con mucho cuidado porque era un recién nacido. Necesitaba una pequeña siesta pero quería cuidar de su hijo.

Lo veía tan frágil, tan vulnerable. Era como un muñequito de cristal, debía cuidarlo de lo que sea, hasta de su propia madre.

-Es un bebito precioso, sí lo es mi pequeño Akihiko. -decía Klaha, el cansancio se notaba hasta en su voz- Mi bebé.

-Deberías dormir un poco, nosotros nos haremos cargo de él.

-No, yo soy su padre y debo cuidarlo, sólo necesito adaptarme un poco mejor.

-Ya los siguientes días serán mejores, lo prometo, Cecil era una bebé calmada y quizás él también lo sea.

-Tengo miedo de hacerlo mal pero lo único que me motiva es que él ya está en mis brazos.

-Iré a prepararle el biberón porque está muy hambriento, mira cariño busca tu pezón, es una ternura.

Los tres comenzaron a reír, Carol fue a la cocina para preparar la leche del bebé. Era una leche especial que le habían recomendado mucho, Klaha agarró nuevamente al bebé y le dio un beso en su diminuta frente.

¿Cómo sería el bebé de Mana? Seguramente se parecería a su amado con esos bellos rizos castaño claro, quería ir a verlo pero con el nacimiento de su hijo se le complicaría de más.

A los minutos la leche para el bebé ya estaba lista entonces él le daba de comer como lo había leído en los libros que compró en una biblioteca.

-¿Te gusta hijo? -sus lágrimas comenzaron a caer pues nunca hubiera imaginado que Cecil le tendría tanto rechazo a un niño que se formó en su vientre- Papi te ama mucho cariño.

-Klaha, tranquilo porque estamos aquí para ti y para él, cuando se duerma de nuevo prueba con hacerlo tú también.

-Mh no tengo sueño, estoy cansado que es diferente.

-Por cierto llegó esto para ti recién, es de Mana y si quieres te la leo.

-Eso me gustaría.

-Okay.

"Mi tierno Klaha:

¿Cuándo vienes por mí? Tengo mucho miedo y a la mañana el bebé pateó con mucha más fuerzas, te contaré toda la verdad pero vuelve. Mis noches son frías y esos sueños horribles volvieron pero si tú no vienes hoy comprenderé que me dejaste de amar, jamás volveré a molestarte con mis estupideces.

Fue lindo mientras duró, yo estaré preparado para cuando me digas que quieres ponerle fin a nuestra relación. Estoy con esas inmensas ganas de dejarlo todo y es terriblemente agotador estar medicado todo el tiempo, no te merezco amor mío. Tuviste mucha paciencia conmigo y yo solamente actué como un verdadero imbécil, te hacía daño con mis berrinches de niño chiquito.

Bara no konrei (Mayonaka Ni Kawashita Yakusoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora