~Capítulo X~

68 4 17
                                    

Mana no pudo volver a dormirse y caminó por toda la casa, estaba realmente mareado. Tenía alucinaciones con Yu~ki, que este lo perseguía para abusar de él o dañarlo de alguna manera, incluso que quería matar a su bebé.

Salió en medio de la tormenta al patio trasero en donde se había encontrado con él, podía sentirlo como si estuviera junto a él.

-No, tú no eres real, te mataron. -dio unos pasos hacia atrás chocando con alguien- S-señora Cecil.

-Él no te hará nada, sólo quiere disfrutar tu hermoso cuerpo. Vamos, sé que te gusta tener sexo.

Cecil agarró sus brazos, los puso hacia atrás mientras susurraba en la oreja que deseaba hacerlo suyo y que estaba enamorada de él pero no podían estar juntos.

-Anímate cariño, pasaremos un momento maravilloso juntos nosotros tres.

Despertó agitado en la cama dándose cuenta que todo era una pesadilla, tocó su vientre y se levantó pero en las sábanas había una pequeña mancha de sangre, bueno eso se debía a los rasguños que Klaha le había hecho ¿O eran pérdidas?

Se puso el camisón y llevó las sábanas al lavadero, ahí aprovechó para ponerse su ropa la cual se había mojado el día anterior.

Comenzó a lavar todo para que nadie descubriera lo que había pasado, no quería estar en esa casa. Sabía que si seguía ahí sería descubierto con Klaha en cualquier momento.

-¿Qué haces Mana? -preguntó Klaha.

-¡Ah! -se volteó y tocó su pecho- Señor ten misericordia de mi alma... Casi me da un susto de muerte Haruna.

-Lo siento no era mi intención ¿Estás lavando? Tienes que descansar por el bebé, deja que yo haga eso.

-De ninguna manera, yo lo usé y por eso debo lavarlo, ve a otro lado no quiero que nos vean juntos.

-Okay, yo no te he visto y tú a mí tampoco.

Klaha salió del lugar dejando solo a Mana con las sábanas y la ropa que se había quitado. A decir verdad estaba muy preocupado por su salud pero conociendo a su amante sabía que no quería ninguna ayuda.

-Listo, limpio y sin un rastro de sangre. -dijo Mana.

-¿Sangre? -Esta vez era una voz femenina, la de Carol.

-¡Por Dios! Señor dime si me quieres llevar a tu lado. -miró a la mujer y después tomó sus manos- Tranquila, fue una insignificante pérdida.

-Te ves tenso ¿Dormiste bien?

-No, tuve una horrible pesadilla pero se sentía muy real.

-Hablaremos de esto mientras preparamos el desayuno. Por cierto ¿Viste a Klaha por casualidad?

-Gracias a Dios no, quizás está en su habitación.

Salieron juntos del lavadero pero Mana veía todo el tiempo atrás, a sus costados cómo si fuera que ese hombre estaba vigilando cada paso que daba. Carol notó ese comportamiento, ella pensaba que buscaba a Klaha.

Pero su pensamiento cambió cuando Mana se sujetó fuerte de su brazo al ver a un hombre afuera, que era el jardinero, tenía cabello largo ondulado. Tal vez lo conocía de algún lado.

-¿Qué pasa? Estás sudando y tu respiración es pesada. -lo sentó en el sofá con cuidado- Mana quédate tranquilo por favor.

-Lo lamento, es que confundí a ese hombre con alguien más. -abrazó a Carol hasta que Cecil apareció, ella tenía una mirada tranquila- Buenos días, ugh creo que necesito irme de aquí... Yo, yo.

Bara no konrei (Mayonaka Ni Kawashita Yakusoku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora