Capítulo 17

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Capítulo 17

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Capítulo 17

Austin


Los siguientes días pasan entre entrenamientos, entrevistas, sesiones de fotografía con la escudería y demás. Hablo con Quinn cada día, incluso con nuestro diferentes horarios, y admito que me gusta hablar con ella así sea para decir tonterías.

Ha estado entrenando duro, quiere llegar en buena forma a las competencias de invierno y está poniendo todo su corazón en ello. Su nueva entrenadora tiene pinta de dura, según lo que me ha contado, y a Quinn le gusta porque sabe que, mientras más duro entrene, mejor le irá.

En México, Jonah y yo pasamos un montón de tiempo juntos. Su esposa tenía previsto venir, pero se presentó un problema familiar y pospuso su viaje para el próximo circuito y se quedará con él hasta Las Vegas. Sé que está triste porque solo está a una victoria del campeonato y pensaba ganarlo este fin de semana. Que ella no esté hará que su victoria no sea ni la mitad de buena.

Mis tiempos en los entrenamientos libres me vuelven a poner en primer lugar para la carrera, con Jonah justo detrás de mí. Los técnicos me hacen saber que, si mantengo mi puesto, tengo que dárselo a Jonah en algún momento y acepto de inmediato. No voy a posponer que se gane el campeonato, el hombre se lo merece más que nadie.

El día de la carrera, Quinn me llama temprano, lo que allá sería por la tarde, y la sonrisa en mi cara delata lo perdido que estoy por ella.

—Reina del hielo —digo con el móvil en la oreja—. ¿Me extrañas?

Su risa al otro lado de la línea me calienta por dentro.

Santo cielo, no creí nunca que llegaría a extrañar a alguien como la extraño a ella, pero aquí estoy, deseando verla una vez más. Un verdadero problema, si lo pienso mejor, dado que esto entre nosotros no es real.

No te extraño ni un poco —bromea, o creo que eso hace—. ¿Cómo está el mejor piloto de la F1?

—Eh, pues no he visto a Jonah hoy.

Bufa y me la puedo imaginar rodando los ojos. Suelto una carcajada sabiendo que he logrado molestarla.

Eres un idiota —resopla—. Hablando de Jonah, sigo triste por que su esposa no pueda ir a verlo ganar el campeonato.

Me dejo caer en la cama de mi habitación, soltando una larga exhalación.

—Sí, yo también. No ha estado de buen humor desde que lo supo y no tengo idea de cómo animarlo.

Solo tienes que estar para él, no tienes que hacer nada más. —Se detiene por un par de latidos—. A veces solo basta con la compañía de un amigo.

Ella es perfecta incluso dando consejos.

Dejo ir una respiración profunda y cierro los ojos por unos segundos. Ella está en lo cierto, a veces solo basta con la compañía de alguien que te importa para sentirte mejor. No es necesario que diga palabras rebuscadas y que no harán nada para animarlo, solo tengo que estar para él así como él ha estado para mí siempre.

Velocidad sobre hielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora