Capítulo 6
Quinn
Trago sin apartar la mirada de mi hermana que mira de mí al teléfono. No sé cómo sabe que es él si no dice su nombre en la pantalla, dice solo McQueen.
Cuando no contesto, se impacienta.
—¿Y? —presiona, señalando mi móvil—. ¿Estás hablando con Austin MacQuoid?
—No —digo lento, esperando que me crea.
No lo hace, pone los ojos en blanco y toma mi móvil.
Salto hacia ella antes de que pueda hablar con Austin. No es buena idea que mi hermana se meta en este asunto, no antes de que tome una decisión al respecto. Cuando sepa lo que quiera hacer, por supuesto, se lo voy a contar. No sería bonito que se encariñe aún más con él cuando esto no va a ser más que un teatro.
—Soy más inteligente de lo que crees, Quinnie —suspira, dejándome tomar el móvil—. No me mientas tan descaradamente, por favor.
Gimiendo, me llevo el móvil al oido.
—Oye, hablamos luego.
—¡No, no, no! —exclama y tengo que reprimir una sonrisa—. Quiero escuchar esa conversación. Apiádate de esta alma sin hermanos.
Pongo los ojos en blanco.
—Hasta luego, Rayo McQueen.
Cuelgo. No creo ser capaz de mantenerme firme con él si lo sigo escuchando, tiene un poder sobre mí que no me gusta. Tengo que dejarle claro a mi mente traicionera que lo de Austin y yo no es más que una alianza. Y ni siquiera puede llegar a ser eso, no si termino decidiendo que no es buena idea.
—Así que "Rayo McQueen" —canturrea mi hermana con sorna, sonriendo como si me hubiese ganado la lotería—. Sigues hablando con él aún cuando mamá te dijo que no lo hicieras.
Supongo que tengo que ser sincera, no quiero que se haga ideas tontas sobre lo que es esto.
—Tengo que contarte algo, pero no puedes decirle a mamá —digo en voz baja.
Ella ríe de forma malévola mientras asiente y se tira en mi cama sin ceremonia. Niego, sentándome a su lado.
—Soy una tumba, tus secretos están a salvo conmigo.
Lo sé, Luce puede ser infantil y molesta la mayoría del tiempo, pero una chivata nunca. Confío en ella para guardar este secreto, y de paso me vendría bien un consejo. No es la persona más indicada, sobre todo porque al sujeto en cuestión, pero es lo que hay.
—Austin me pidió que fuera su novia de mentiras delante de todo el mundo —confieso, mi voz es tan baja que solo escucha ella.
Mamá no está cerca, es imposible que escuche nuestra conversación, pero nunca se es demasiado precavido.
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Velocidad sobre hielo.
RomanceLa carrera de Quinn parece haber caído en desgracia. Desde que tuvo un accidente y pospuso el patinaje artístico el mundo la ha dejado en el olvido. Cuando vuelve tres años después, nadie quiere trabajar con ella. Una noche, cansada de todo, va a pa...