Capítulo 10

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Capítulo 10

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Capítulo 10

Quinn


Una cama.

Esto debe ser una broma del destino, el universo se debe estar riendo de nosotros ahora. No es normal que cuando decido hacer algo en pro de una persona que acabo de conocer y para mi propio beneficio pase esto. ¿René no pudo al menos avisarnos cuando hizo la reservación? Y yo que creí que le estaba empezando a caer bien, ella definitivamente me odia.

¡¿Cómo demonios voy a dormir en la misma cama que Austin y no sufrir de un colapso?!

Una no es de hierro, una tiene sus sentimientos. Y una también tiene hormonas.

¿Han visto a Austin? Es un hombre apetecible, que provoca tirársele encima la mayoría del tiempo. No es fornido, eso es evidente, pero nunca me han gustado los tipos fornidos, me gustan delgados, y él lo es.

¿Y se puede saber por qué he estado recordando más de lo normal el beso que nos dimos aquella noche?

Soy un desastre, no voy a pasar por esta situación y voy a quedar ilesa.

¡Qué me lleve el demonio!

Y ni siquiera tengo una amiga con la que desahogarme. Podría llamar a mi hermana, pero no será de ayuda. Probablemente me diga que me deje llevar por mis hormonas alborotadas y duerma sobre Austin toda la noche.

Descartada completamente.

Tomo varias respiraciones profundas y me relajo un poco, pero mi reducido avance se va al demonio cuando mi dilema toca la puerta, avisando que es hora de irnos. Iremos a comer con Jonah, o eso creo que dijo hace unos minutos a través de la puerta del baño.

Y sí, me encerré en el cuarto de baño a penas tuve la oportunidad y no he salido desde entonces. Me excusé diciendo que iba a darme un baño y a arreglarme, pero ahora tengo que salir para que él use la habitación.

Aparte de tonta soy una mala compañera.

Acabo de aplicarme el labial y miro hacia abajo, asegurando que mi atuendo sea perfecto. Dado que vamos a salir a no sé dónde, me puse un vestido de verano cuya falda tiene vuelos y la parte de arriba es ajustada. Mamá dice que no me queda porque está apretado y la parte superior, pero yo lo amo porque me hace ver más pecho del que en realidad tengo.

Recojo la ropa que descarté del viaje y ordeno mis artículos de baño, mi maquillaje y el cepillo secador que hace un tiempo usé de reemplazo para la plancha. El mejor invento de la historia sin dudas.

Abro la puerta de tirón y allí está Austin, sin camisa, con la vista pegada al móvil, los pantalones colgando de sus caderas y dejando ver el borde de su ropa interior. Me aprovecho de su descuido para mirar su pecho desnuso. Como dije, no es un hombre fornido, pero sigue teniendo abdominales marcados y una complexión fuerte. Y esa V que se pierde dentro de sus pantalones va a ser mi perdición si sigue paseándose sin camisa por la habitación.

Velocidad sobre hielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora