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—Eso suena peligroso, PJ—Dijo la niña aferrándose más al brazo de su mejor amigo mientras caminaban juntos de regreso a la cabaña de Hermes.
Después que Rhea le preguntara sobre su día con Luke, Percy simplemente no había dejado de hablar, generalmente le costaba hablar con las personas pero con ella, Grover y su madre era diferente, siempre diría que ellos lo hacían sentirse especial.
El mundo muchas veces era un lugar horrible, pero con ellos su mundo era perfecto, incluso si su madre no estaba, él estaba seguro que ella seguía acompañándolo.
—Estaré bien, debes intentarlo—Recordó emocionado pero recordó como casi lo golpean por casi clavarle una flecha a una pelinegra en el campo—Bueno, primero prometo que cuando encuentre algo en lo que sea realmente bueno, voy a enseñarte—Expresó el chico con una sonrisa, y Rhea no pudo sentirse más que emocionada.
Odiaba las armas, de hecho después de lo que paso en la colina no lograba decifrar como abrir su broche para transformarlo en la misma espada que vio ese día pero, si Percy la ayudaría a aprender a defenderse, no se negaría.
—Acepto, pero también debes prometer que harás algo de artes conmigo... en la cabaña de Apolo harán un musical y yo he propuesto Hamilton... ¡Y tú que eres el perfecto Hamilton, PJ!—dijo emocionada para que Percy abriera más sus ojos, odiaba la atención y por su puesto que le aterraba eso de solo pensarlo.
Se sabía las canciones, los bailes, absolutamente todo de Hamilton porque se obligó a si mismo a aprenderselos por su Rhea, pero estaba seguro que no podría actuar en público.
—¿Ha...ha..hamilton?
—Si, se lo he dicho a Luke porque creo que sería un buen Burr pero se ha negado al instante... creo que no le agrada Hamilton porque pensé que me asesinaría con la mirada—Susurró como si de un secreto se tratase y Percy levantó una ceja ¿Luke? Su amigo había hecho sentir mal a Rhea—Pero no importa... quizás no sepa lo es que es y pensó que lo insulté... debo hacerle galletas de la disculpa—susurró esto último para sonreír inocente—Por ahora , Theo y Carol apoyan la idea
El joven de cabello rizado asintió sin más, Theo, sabía muy bien quién era el chico que pertenecía a la cabaña de Afrodita, como cada uno de ese lugar era bastante apuesto, simpático, con buen estilo y actitud, a Percy no le enojaba el chico en sí... lo que verdaderamente le enojaba era la idea de saber que en todos los universos, cualquiera elegiría a alguien como Theo.
Si él fuese una chica, lo haría.
Tal vez lo haría aunque no fuese una chica.
Theo era perfecto... justo como su preciosa Rhea, lo que lo hacía sentirse más inseguro al reconocer que ese hijo de Afrodita y su mejor amiga serían la mejor pareja del campamento.
Oh, no.
¿Qué estoy pensando? Se cuestionó Percy con una extraña sensación recorriendo su cuerpo ¿estaba celoso? Si, lo estaba, le gustaba Rhea pero no era suya.
