━ 23┊el santuario de athena

3.2K 549 140
                                    



Rhea no volvería a confiar en personas que se le acercaran a hablarle, jamás, mucho menos en adultos que lucieran interesados en hablarle.

La única persona que había sido amable con ella fue el señor de las muestras gratis en supermercado.

Eso le daba esperanzas... pero Equidna y Medusa se las quitaban, aunque si era sincera, la mujer de cabeza serpenteada trató de adoptarla... al menos antes de tratar de convertirla en estatua.

—PJ, ¿Te sientas muy mal? ¿Tienes frío? ¿Quieres mi abrigo?—Preguntó la niña preocupada al notar como la piel de su mejor amigo se tornaba más pálida que de costumbre acompañada grandes bolsas de ojeras.

Era como una mamá.

El susodicho trató de mostrarle su mejor sonrisa a la niña que lucía preocupada por él, a pesar del dolor y cansancio físico que estaba experimentando después de la picadura del aguijón, estaba feliz que hubiese sido él y no ella.

Eso era el amor ¿no?

—Lo estoy, Dedee... si no,pronto lo estaré—Mintió para sentir repentinamente su mejor amiga lo abrazaba delicadamente como si tuviese miedo a lastimarlo más de la cuenta

Después de escapar del tren mientras tratar de perder el rastro de Equidna y su extraño monstruo, la castaña no había dejado de preguntarle una y otra vez si necesitaba algo, incluso allí en el interesante santuario de la madre de Annabeth en St. Louis, para Rhea no existía nada más que Percy.

—¿Estamos a salvo aquí?—Se dirigió Grover hacia la de trenzas cansado, en primer, no quería perder a Percy y segundo, no le agradaba el lugar, sobre todo cuando había tanto restos de animales fosilizados.

Rhea miró a su alrededor una vez que se separó de Percy, tampoco le agradaba ese lugar, amaba a los animales y la naturaleza, aunque fuese historic le parecía bastante cruel ese lugar.

—Los monstruos nos pueden entrar. Ni si quiera Equidna—Aseguró Chase sin duda, su madre los protegería ante el peligro—Estamos a salvo

—Bueno, como nuestro tren explotó veré si puedo conseguir boletos para otro—Interrumpió en el mismo tono el sátiro mirando un cartel donde unos humanos cazaban a un buey violentamente—No podemos quedarnos aquí por siempre, que seamos presas no significa que estemos indefensos.

—Iré con él—Habló el rubio mirando a las chicas para alejarse lentamente y tratar de alcanzar a Grover, lo conocía y justo por eso sabía que no estaba bien.

No lo dejaría solo tampoco a él, además, no quería que Rhea lo siguiese viendo en ese estado, ya era suficiente con saber que Equidna le hubiese hablado sobre su padre.

—A GG no le gusta que las personas se metan con los animales—habló la de ojos azules eléctricos ante el silencio que se formó—A decir verdad, a mi tampoco me gusta—Agregó viendo como Annabeth dejó de mirar en dirección a los chicos que desaparecieron en una esquina.

—Lo sé... creo que no debí hablarle mal a Grover—Admitió con confianza, era la primera vez que se mostraba vulnerable y segura de admitir que estaba equivocada, eso la hizo dudar—... y tampoco a ti.

Rhea ladeo su cabeza confundida y a la joven de trenzas no se le pudo hacer más adorable, parecía un curioso cachorrito, Theo tenía razón, no había nada malo en ella.

—¿Me hablaste mal?—Preguntó confundida la semidiosa y sólo sonrio para extenderle la mano—Yo también lo hice cuando estuvimos con M...—se detuvo al ver el semblante tenso de la otra niña—bueno, cuenta borrada para las dos... soy Rhea

—Annabeth—dijo aceptando el saludo con una sonrisa sincera y por unos instantes sintió una extraña electricidad recorre por los vellos de su mano.

𝐃𝐀𝐍𝐃𝐄𝐋𝚰𝐎𝐍𝐒 - pjoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora