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Rhea soltó una risa cuando el caballo negro relinchó al momento que Grover se acercó a ellos.
Caos.
Después de la conversación en la Casa Grande, todo se había descontrolado y para no grata sorpresa de Rhea, Percy se había enojado con ambos; con Grover por no considerar hablarle de la posibilidad de que sus madres estuviesen vivas y con ella por el simple hecho de considerar marcharse sola del campamento y sin él.
Incluso si Rhea debía sentirse frustrada y triste porque su mejor amigo no le hablaba, lo cierto era que no lo estaba porque al final lo entendía, solo era cuestión de tiempo y ella se lo daría, al menos hasta que regresara de la misión.
Sabía que era suficiente para que la extrañara tanto como ella ya comenzaba a hacerlo.
Solo deseaba que le hubiese ido bien en su ceremonia... a la que no pudo asistir por ese castigo en los terrenos de los caballos e pegasos.
Simplemente asombroso.
—GG, ¿Por qué debemos limpiar esto? ¿No podemos fingir que lo hacemos y pagarle a los duendes?—Pregunto la niña con un tono cansado para alejarse del caballo y caminar hacia una pequeña banca—Estoy taan cansada—canturreo abriendo la boca para bostezar y Grover solo rodó sus ojos graciosamente.
¿Cansada?
No había hecho casi nada, al menos no de lo que hacía él porque... no la había dejado hacerlo, Percy tenía razón, Rhea era como una princesa y estaba seguro que de estar él en su lugar, ni si quiera hubiese dejado a la semidiosa pisar ese lugar
—La buena noticia es que casi terminamos, ya pronto iremos a comer—Al decirlo la mirada de ambos niños se iluminó, la comida era una simple cosa que podía hacer que todos sus problemas desaparecían por un momento
—En ese caso, te ayudaré para que terminemos más rápido, GG—Anunció animadamente la castaña tomando una pala y Grover hizo una mueca asemejando una sonrisa, no le sorprendía el hecho que su amiga no lo odiara por mentirle, Rhea era así, ignoraba las cosas malas en las personas o sus amigos.
Sin embargo, seguía sin comprender como su padre no la reclamaba aún, comprendía la dura relación de los semidioses con sus padres pero si el Dios de quién sospechaba era su padre... no sabía porque no reclamarla, él que no era su padre se sentía orgulloso de ella, estaba seguro que de no tener esa forma de niño, él adoptaría a Rhea sin dudarlo.
Por supuesto... su madre era un bonus, oh contrólate, pensó Grover avergonzado cuando su mejor amiga lo miró curioso al momento que se sonrojó.
—Es el sol... es el sol—Apuntó el sátiro al cielo y Rhea asintió sin mucho interes, ahora solo quería finalizar el trabajo para comer y despedirse de Percy, estaba planeando que hacerle de despedida para que no se olvidara de ella.
