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Grover miró a la ida niña que miraba fijamente la distancia, había aguantado llorar en todo el camino; sabía que cada uno superaba el dolor de la forma que mejor soportara pero conocía a Rhea y eso le preocupaba.
Deseaba que llorara o le gritara, pero estuvo tan enfocada en llegar con los Jackson que al sátiro le sorprendió la determinación que nunca había visto en ella, generalmente siempre se tomaba las cosas muy diferente a como lo harían la mayoría de las personas pero eso era... no podía explicarlo.
¿Acaso el cerebro de su mejor amiga había desbloqueado algo ahora que sabía que era una semidiosa? ¿Era posible que fuese hija de Athena?
De todas formas tenía sus dudas con Afrodita.
—Rhea—Llamó Grover preocupada cuando la castaña se acercó a la puerta de la cabaña—¿Quieres hablar de eso antes de entrar?
La niña negó al instante y el pelinegro suspiró frustrado, nadie había dicho que ser un semidios era facil y mucho menos perder a tu mamá el mismo día en el que te enteras que tu corta vida a sido una mentira.
Luego lo hablaría con ella, necesitaba a Percy, él sabría como hacerla sentir mejor.
Ahora preguntaba si la señora Jackson ya se lo dijo a Percy.
De todas firmas, ya lo averiguaría.
—Reservé la noche... me dijiste que podríamos...—Sally Jackson se calló al instante que vio el rostro de la adorable mejor amiga de su hijo apenas abrió la puert, sin embargo, no había señal alguna de su amiga—¿Ella?—Susurró hacia el sátiro que asintió con pena, no era parte del plan.
Anastasia.
Ambas llevarían a Percy y a Rhea sanos al campamento mañana, al parecer las cosas se habían adelantado antes de tiempo.
—Se lo explicaré luego... lo siento mucho pero no tuvimos alternativa—Se disculpó Grover entrando a la cabaña para mirar a un confundido Percy que ahora observaba como madre abrazó a la castaña en cuento ella también entró al lugar.
—¿Dedee?—Soltó el rubio mirando con recelo al pelinegro antes de volver su mirada hacia su mejor amiga que continuaba abrazando a su madre—¿Qué está pasando? ¿Grover que está pasando?
Sally acarició el hombro de la niña que estaba con la cabeza gacha.
—La señora Deschamps nos ha dado algo de tiempo pero... algo más está en camino—Ignoró el chico dirigiéndose específicamente a la adulta que sintió su corazón acelerarse ante la mención de la francesa, debía proteger a los niños—y se que suena mal...
—¿Grover?
—Pero no entremos en pánico—Pidió conteniendo su respiración cuando Percy trató de se acercarse después que Sally Jackson se alejara para buscar el bolso en la mesa de noche, pero simplemente no pudo cuando su mirada de estampó en las piernas o patas de su mejor amigo—No entremos en pánico
