Esencia de Vampiro I (INMORTAL)

Revelando Identidades (Parte II)

Capítulo 14

Daltharna, Estación Permanente de Invierno

Samantha

-¿Estás segura de lo que dices? -Katy tenía los ojos puestos sobre el enorme libro mientras se movían por cada fracción dibujada en la amarillenta hoja.

-No tengo dudas. -aseguró la pelinegra.

-¿Cómo puede ser posible? Ni siquiera tiene colmillos o ha manifestado magia ni deseos de caza. -volvió a preguntar la vampira paseándose por la habitación con sus brazos cruzados en su pecho.

-Estaba segura que había sentido algo en ella, mis Puntos me han avisado de ciertas líneas de magia en el aire últimamente pero las había atribuido a los lobos. -sus ojos violetas me miraron queriendo analizarme con una lupa.

-¿Has sentido algo extraño en ti? -por primera vez Zaiden vuelve a tomar voz y veo su postura relajarse como si tener mis ojos en los suyos fuera un alivio.

¿Había sentido algo? ¿Había sentido magia en mi? No lo creo, lo que si sentía era que me estaba volviendo loca de a poco.

-A veces es extraño. -digo a ninguno.

-¿Qué es lo extraño? -esta vez es Katy quién me pregunta.

Analizo su pregunta llevandome a los rincones de mi mente.

-Recientemente he tenido sucesos inusuales que me resultan de sueños.

Como el día de mi cumpleaños. El obsequio de mi madre brillando sobre mi piel, el escuchar voces en el bosque, el sentir diferentes emociones al tocar el pino, la voz de ese lobo en mi cabeza con tanta claridad.

He estado experimentando cosas extrañas. -me aseguro mentalmente de que no estoy loca.

Se quedan en silencio para dejarme expresar. Así que tomando valor y esperando que me vean como una demente empiezo a compartir con ellos cada detalle de estos días.

-Antes del ataque de hace horas he escuchado la voz de un lobo en mi cabeza advirtiendome que corriera. -doy unos pasos por la habitación-. Y hay voces en el bosque que me piden ayuda. Es como si algo estuviera en el ambiente que me rogara a gritos que haga algo. He tenido visiones sobre mí en un valle con un claro antes. Era primavera y había un árbol antiguo que me acariciaba con sus ramas. Es todo tan raro que decirlo en voz alta me hace ver aún más demente de lo que pensaba. - me quedo en silencio después de soltar todo sin respirar.

-¿Viste un sauce? -preguntó Morina- ¿Era primavera? -volvió a preguntar cuando fruncí las cejas confundida y solo le respondí asintiendo.

-La Corte Mágica. -Zaiden deducido en silencio.

La angustia me consume el pecho y la gema empieza a arder sobre mi piel haciendo que lleve mis dedos a su alrededor. Como cadenas siendo jaladas hacia el mismo lugar los tres pares de ojos desiguales caen en mi piel. Me detengo de acariciarlo cuando moringa me pregunta sobre él.

-¿De dónde lo sacaste?

No es la primera vez que se fijan en mi colgante, el primer día de mi llegada aquí captó varias miradas, pero supongo que habían guardado la pregunta o se habían olvidado de ello. Ahora era el centro de atención de todos.

-Fue un obsequio de mi madre.

Giro la pieza entre mis dedos y el reflejo de la luz de la lámpara me deja ver parte de mis facciones. Es del tamaño de una fresa y parece como si dentro hubiera corriendo líquido muy lentamente.