Arcos y colmillos

116 21 29
                                    


Capítulo 9

Daltharna, Estación Permanente de Invierno

Samantha

—¿Pero en qué pensabais? —Katy agachó la cabeza ocultando el sentimiento de culpa en sus iris rojos— ¿Es que queréis que Zaiden os decapite a ambos?

Bien, eso no sonó muy bien.

Llevábamos diez minutos siendo reprendidos por Morina. O bueno, ellos, ya que yo solo era la "víctima" en todo esto.

—Lo siento tanto, pensábamos que estaría en el claro y que no se movería de allí. —Katy se levantó del sofá en donde se encontraba y caminó, o bueno, apareció ante mi en un segundo, de rodillas tomando mis manos—. Lo siento de verdad, debíamos quedarnos a tu lado y no separarnos.

No tenían culpa, no eran adivinos para saber que esos lobos se meterían en donde no eran bienvenidos, o eso creo.

No servía lamentarnos por eso, al final todo había terminado bien... o no tan mal. Así que no había por qué haber tanto regaño.

—Está bien, no sucedió nada malo. —le respondí, sonriéndole de labios cerrados.

Gastón se puso en pie de un salto y Katy elevó la mirada roja hacia detrás de mí; levantándose un poco más lento que su novio.

—Porque yo llegué a tiempo para que esos sarnosos no te pusieran una garra encima. —la voz de Zaiden me puso los pelos de punta. Sonaba tan bravo y molesto.

—Pero en un final nada sucedió. —me volteé a verlo a los ojos, había algo diferente en ellos.

Zaiden me miró de arriba a abajo como una burla con una ceja enarcada, de forma inmediata tensé las rodillas.

—Humanos inconscientes. ¿Qué hacías en ese lago? —se acercó a mí dando pasos amenazantes, dejándome en desventaja por su imponente figura y sus penetrantes ojos rojos.

—Estaba disfrutando de las vistas. Quería salir y despejarme; estar en estas cuatro paredes es aburrido. —me crucé de brazos, todos se mostraban sumisos ante él, pero no había razón. ¿Me iba a arrancar el corazón por esto?

—Sam, estas tierras están protegidas y son privadas para razas distintas a la nuestra, pero eso no quita que los Sombríos intenten entrar en ellas. —Morina se acercó a mí, parándose detrás del portador de esa cara de amargura y amenaza.

Fruncí mis cejas, estaba hartando me de esas formas de hablar, no entendía nada. Resoplo blanqueando los ojos.

—¿Qué son los Sombríos? — mi mirada conectó con los iris de Zaiden.

—Demonios de la noche. —se redujo a contestar— ¿Qué le hiciste al Alfa?

Lo miré unos segundos, la voz se me había atorado en no se qué lugar de mi garganta.

—Solo me defendí. No quise hacerle daño. —me encogí de hombros, sintiéndome culpable.

—¿Solo te defendiste? —Katy abrió los ojos asombrada. Morina me miraba expectante y curiosa.

—¿Qué crees de enseñarle a defenderse? —habló Zaiden, a no sé cuál de nosotros.

—Sería muy productivo, hasta que no se active no podrá defenderse sola, pero con un poco de defensa personal estará bien... Por ahora.

Miré a la pelinegra mientras se alejaba de nosotros y volvía a su puesto en una esquina del salón. Todos quedaron en silencio, esperando algo.

—Bien, por ahora enséñale lo que creas necesario. Haber si así deja de estar aburrida y de buscarse problemas más grandes que ella. — los ojos le destellaron y su voz fue filosa. Casi como si me reprocharse por ello.

Esencia de Vampiro I (INMORTAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora