Prohibido ||¿una Weasley en Slytherin?

Capítulo ocho

                                                                      

Habían pasado ya dos meses de que entré a Hogwarts, hasta ahora las cosas han estado más tranquilas. Cada vez soy más cercana a los chicos, bueno a excepción de Malfoy.

No me cae mal pero a veces pareciera que se olvida de que soy una Weasley y comienza a hablar mal de mi familia y aunque sabe que eso me enoja lo sigue haciendo.

Las clases han estado normales, aún no hemos ocupado mucho las varitas ya que estamos en la partes teóricas. La verdad me ha estado yendo bastante bien, el profesor Snape que es el jefe de Slytherin me dijo hace algunos días que estoy bastante avanzada y que supero por mucho a la mayoría de los alumnos de primer año.

Ahora estábamos cenando, había un gran banquete ya que hoy es Halloween, incluso el comedor estaba bastante adornado.

De repente siento como las puetas se abren abruptamente, el profesor Quirrell llegó rápidamente alcomedor, con el turbante torcido y cara de terror. Todos lo miramos mientras se acercaba al profesorDumbledore, se apoyaba sobre la mesa y jadeaba.

—Un trol... en las mazmorras... Pensé que debía saberlo.

 Y se desplomó en el suelo. 

*Vaya profesor*

 Se produjo un tumulto. Para que se hiciera el silencio, el profesor Dumbledore tuvo que hacer salirvarios fuegos artificiales de su varita. 

—Prefectos —exclamó—, conducid a vuestros grupos a los dormitorios, de inmediato.

—¡Siganme! ¡Los de primer año, manténganse juntos! ¡No necesitan temer al trol! Ahora, vengan conmigo —comenzó a hablar uno de los prefectos de nuestra casa.

—¿Cómo entra un troll al castillo? —preguntó Pansy.

—Se supone que son demasiado estúpidos, no creo que haya entrado por si solo —dije yo, y es la verdad, es realmente imposible que un troll pueda entrar sin ayuda al castillo.

—Tal vez fue peeves como broma de Halloween —dijo esta vez Blase.

—No creo que haya sido él —murmuré.

Avanzamos siguiendo a los prefectos a las mazmorras y llegamos a nuestra sala común sin habernos topado por esa cosa.

Estuvimos un buen rato todos reunidos en la sala común comiendo lo que nos habíamos llevado de comedor hasta que una media hora más tarde llegó el profesor Snape a avisar que el troll ya no se encontraba en el castillo.

—¿Cómo estró profesor? —preguntó un alumno.

—No lo sabemos, probablemente Peeves—contestó Snape y luego se giró para salir —ahora, todos a sus habitaciones.

Pero había algo que seguía sin cuadrarme del todo.

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—No puedo creer que Potter haya entrado al equipo de quiddich —Malfoy llevaba al rededor de diez minutos quejándose de Potter, empezaba a marearme.

A veces pienso que le gusta.

Estábamos él, Theo y yo sentados en los sillones.

—En serio, desobedeció y solo lo metieron.

—Pues eso te pasa a ti por ser tan estúpido y querer hacerlo pasar un mal rato —le dijo Theo que se veía igual de harto que yo.

—¡Pero lo debieron haber castigado! —exclamó sobresaltado este.